martes, 16 de junio de 2009

El orador Pedro Palop

En la edición cordobesa de El Sol de España, colaboraba mucha gente que trabajaba en Radio Popular. Antonio Fuentes adaptaba muchas entrevistas de la radio para el periódico. He aquí una muestra

SOY UN ORADOR INNATO
Don Pedro Palop , charlista popular

Don Pedro Palop, es un hombre al que siempre hay que buscar cuando se quiere dar una charla popular de lo que sea. Es el gran poseedor del envidiable don de la palabra. Es casi el profesional de la oratoria. Don Pedro habla mucho y bien. Cuando se le pregunta como ahora, hay que afinar el oído porque las ideas salen con tal facilidad y sensibilidad, que te absorben por completo.

—Don Pedro, ¿qué le movió a hacerse orador?
—Esto es algo innato en mí. He sido siempre bastante locuaz y me ha gustado siempre mucho la conversación. Como latinista, leía intensamente a Cicerón. Desde muy joven se me presentó la oportunidad, en un centenario que hubo en Córdoba en honor de Maimonides, de dar una conferencia que cayó muy bien entre el público. Esto me animó, a la terminación de la guerra, a continuar mi labor. que no la empecé en serio hasta que el Ayuntamiento de Córdoba, en el ciclo de la subcomisión de cultura y arte me incluyó en una conferencia que versó sobre el lenguaje. Como tuvo mucha aceptación continué con mi carrera.

—Don Pedro, ¿no cree que el orador puede hacerse?
—Sí, mucho. Creo que aunque los artistas, por una causa innata, están ya más o menos preparados a desarrollar la manifestación a que Díos lo destina, la práctica y el trabajo constante hace mucho sobre todo nos incorpora una serie de conocimientos, que archivados por nosotros nos son muy oportunos en cualquier momento. Además el no perder contacto con el público nos acostumbra a él. A mí el público me agrada mucho y en mis charlans establezco una especie de conversación tácita con mis oyentes.

— ¿Quiénes fueron sus maestros en la oratoria?
—-Procuré oír todo lo bueno que en mi juventud pasó por Córdoba, en su mayoría oradores políticos. Pero hubo uno, don Enrique Pacuetá Marasa, que me impresionaba mucho, y le seguía a donde iba, incluso fuera de Córdoba.

— ¿Qué disertaciones suyas considera más importantes en su larga carrera de historiador?
-Esa primera, que fue en cierta forma: mi consagración. Otra de un ciclo que organizaron los amigos de Manolete que tuvo por título "Estética y estática de Manolete". Después me organizaron un viaje por tierras marroquíes de donde recuerdo momentos verdaderamente emocionantes al dirigirme a los legionarios, 3.000 hombres de espíritu bélico formados ante el orador ya impone de por sí. Otra en Bailén, ante el 150 aniversario de la Independencia Poco antes, con el mismo motivo en Zaragoza ante 20.000 personas y qué sé cuántas más.

—Don Pedro, ¿qué temas gozan de sus preferencias?
—Todos los presentadores hablan de que tengo un marcado interés por los temas populares Pero quizás sea el orador que haya pronunciado más pregones de Semana Santa, pero con el que con el que acabo de grabar, hace el setenta, Sin embargo, creo que poniendo el corazón en ellos y documentándose ampliamente se puede triunfar en cualquiera.

—Don Pedro, ¿qué es más importante para un orador, lo que dice o el cómo lo dice?
—Creo que como lo dice. Ahora bien no es importante sólo esto, sino también qué es lo que se va a decir que ha de interesar plenamente al público. A mi juicio, la función principal del orador, es medir la circunstancia en que va a actuar qué clase de público va a tener y poner el tema de forma que interese a ese público.

— ¿No se le ha ocurrido nunca escribir un libro con sus principales disertaciones?
—Me lo han dicho muchas veces y francamente hay uno que posiblemente dentro de muy poco años, saldrá a flote son las «Estampas» que constituyen mi mensaje de año nuevo, y que será cuando llegue a un numero determinado de charlas. Es un libro en el que yo tengo mucho interés en que llegue a manos de tantos y tantos como me han felicitado por estas intervenciones. Sigo pensando sin embargo, que el orador es más para ser oído que para ser leído. Porque nosotros hacemos vibrar al público no sólo con lo que decimos. sino con la entonación, con los gestos...

— ¿Cuáles son sus próximos trabajos?
—En este mes de a voy a empezar lo que constituirá mi gira veraniega, que es ésta la más importante de todos los años. El pasado año por ejemplo para que tengas una idea, fueron 12 les pregones de feria pronunciados.
Y dejando a don Pedro con la palabra en la boca, porque nunca se la podrá quitar, dejamos a este coloso cordobés que nos deleita tan a menudo con sus amenas charlas.
Antonio FUENTES

Sol de España. 9 de abril de 1969

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