Veamos un bonito ejemplo
EL “AFFAIRE” SERCONSA O
“NOS COME LA BASURA”
En su último número, el joven
semanario "El Cordobés" saca
a la luz pública el "affaire"
Serconsa. Unas entrevistas a
dos personas que podrían
hablar claro sobre este asunto,
una por parte del Ayuntamiento
y otra por parte de Serconsa, introducen al lector en
el intríngulis del problema.
El uno --don Rafael González Barbero, concejal delegado
de Saneamientos Sociales ¿ ?—, habla muy claro a las
preguntas que se le formulan, y se convierte casi en
la vox populi. El otro, don Manuel Salcines López,
delegado en Córdoba de Serconsa, habla con mentalidad
empresarial, a las preguntas que se les formulan y es fiel
a sus compromisos de fidelidad a la empresa que presta
sus servicios.
En cambio, el que se queda hecho un lío es el lector. Tal
vez sea que no estamos aún acostumbrados a eso del
contraste de pareceres, para muestra de lo que decimos,
analicemos una pregunta y una respuesta formulada a
cada uno de los dos señores mencionados:
PREGUNTA A D. RAFAEL GONZÁLEZ:
—Señor González Barbero. Córdoba ha tenido fama de
ser una de las ciudades más limpias de España. Ahora
es de las más sucias. ¿Qué ocurre?
RESPUESTA DE D. RAFAEL GONZÁLEZ:
—Pues ocurre lisa y llanamente, que Serconsa, la empresa
concesionaria de este servicio público está incumpliendo las
condiciones reflejadas en el pliego de adjudicación. Que ha
habido una tolerancia por parte del anterior Ayuntamiento,
y que éste trata de enmendarlo.
Ante esta respuesta tan clara y contundente, al lector medio
sólo se le ocurre decir: "¡Eso, eso, justicia!".
Pero la otra respuesta es como la otra cara de la moneda, lo
que no sabemos si de la misma moneda.
PREGUNTA A D. MANUEL SALCINES:
—Córdoba, en otros tiempos, tenía fama de limpia y ahora,
de todo lo contrario. ¿A qué lo atribuye?
RESPUESTA DE DON MANUEL SALCINES
—No sé a qué otros tiempos se refiere. Lo que si puedo
afirmarle es que es un hecho, por todos reconocido, que
desde que Serconsa se ha encargado de la limpieza de
la ciudad, ésta presenta un aspecto completamente
distinto al que ofrecía anteriormente, presentando unos
niveles de limpieza muy superiores.
Al mismo lector de antes sólo le queda soltar un taco
imponente, y si sigue leyendo ambas entrevistas el
paralelismo antagónico observado en estas dos
primeras preguntas se mantiene. Se dice, incluso,
que existen "contactos mensuales con el Ayuntamiento".
¿Qué pasa entonces? Es evidente que alguien no dice
la verdad.
Es evidente que dos personas que tienen que servir a
una misma causa, la limpieza de la villa, hablan idiomas
distintos, aunque, eso sí, cada mes indefectiblemente.
Parece lógico pedir que ambas partes, con la claridad
y buen sentido con que han correspondido o la
convocatoria de diálogo, emitan un comunicado conjunto
que aclare las cosas y den al contribuyente, al que hay
que darle cuenta del empleo de su dinero, aunque no
estemos acostumbrados a hacerlo, una
explicación clara y contundente también.
Pero lo que más nos debe de preocupar por encima de
estas disquisiciones bizantinas es que Córdoba sea esa
mocita guapa y limpia que todos gustamos de piropear.
ELADIO OSUNA
Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía
el 14 de octubre de 1972
Foto de más o menos aquella fecha, pero
publicada en otro artículo