jueves, 13 de enero de 2011

El siddha yoga

SWAMI SAMATANANDA

LA VIDA DE UN SWAMI EMPIEZA A LAS CINCO DE LA MAÑANA

Se trata de que la gente busque la felicidad dentro de ella misma
Los españoles son personas con mucha energía interior


CÓRDOBA. (De nuestra delegación.)
— Swami Samatananda, de origen australiano y perteneciente a la Orden de los Swamis de la India vino a Córdoba, dentro de su labor como coordinador de más de trescientos centros de siddha yoga en 52 países. Conferencias y cursillos ha sido su labor en un corto periplo por Andalucía Occidental. Descalzos, en una silenciosa sala sin muebles y sólo con unos cojines dispuestos en el suelo para la meditación y un penetrante olor a incienso, pudimos hablar con este sonriente swami vestido todo él de naranja y con cuatro rayas de ceniza blanca cruzándole la frente.


—¿Qué le has dicho a los que se han acercado a tu conferencia?
—La base del siddha yoga consiste en conocernos a nosotros mismos, quiénes somos realmente y de dónde viene la felicidad y la paz que sentimos dentro. La práctica principal del siddha yoga es la meditación, y meditamos para lo mismo que hacemos todas las cosas en la vida: para obtener felicidad, paz, alegría. La fuente de la felicidad está dentro de nosotros y la meditación es el proceso de dirigir la atención hacia dentro para saber qué hay aquí.


—¿Tiene cabida el yoga en esta sociedad nuestra tan tecnificada?
—El yoga es una de las ciencias que no pertenece a otros mundos sino a este mundo que vivimos, pero en un aspecto más profundo. No es algo teórico sino que cualquiera puede experimentar los resultados de su práctica. En nuestra vida tenemos muchas cosas y sin embargo nos sentimos insatisfechos y por eso buscamos siempre algo más. De ahí nacen tensiones y ansiedades en tono creciente. La meditación hace que nos liberemos de estas tensiones. Esto no significa que haya que abandonar esas cosas que ya tenemos, sino la idea de que en ellas está la felicidad.


LA ORDEN DE LOS SWAMIS


—¿No es entonces el yoga una especie de gimnasia mental sofisticada?
—El yoga físico es un pequeño aspecto del yoga, y el siddha yoga pone más el énfasis en la meta del yoga que es esta experiencia interna. El yoga físico es una forma de ayudar en ese proceso, a que el cuerpo esté en buenas condiciones y que ayude a la mente de forma que uno pueda meditar.


—¿Qué implica la pertenencia a la Orden de los Swamis?
—El siddha yoga nos acerca a nosotros mismos y hace que cada vez seamos más lo que realmente somos. Mi maestro Swami Muktananda dice que haciendo siddha yoga uno puede ser mejor periodista, mejor albañil, mejor peluquero... mejor profesional en suma. En cuanto a mí siempre deseé ser un swami, nunca aspiré a tener muchas cosas, e hice lo que era en mí una tendencia natural. Si tú empezaras a meditar para hacerte swami creo que eso no funcionaría.


—¿Es como la "vocación" religiosa en occidente?
—Sí, claro. La diferencia está en que mi maestro dice que nosotros debemos estar funcionando en el mundo, no quedarnos aislarlos de él. Ser un swami me hace a mi libre en el sentido de poder ayudar a otras personas, enseñarle la meditación, pero yo tengo que trabajar lo mismo que lo haces tú.


—Bueno, ¿por qué no desvelas el horario normal de un swami?
—No hay secretos. Para empezar me levanto a las cinco de la mañana y medito hasta las seis o seis y media, tomo un pequeño desayuno, después canto unos mantras durante hora y media, y realizó el programa de trabajo, escribir cartas, responder a preguntas que me formulan por correspondencia, enseñar ... después almuerzo y trabajo durante el resto del día y por la noche generalmente estoy enseñando o dirigiendo algún programa de meditación. Suelo llevar una vida muy activa, me gusta mucho estar con la gente. Al principio pensé que meditar era alejarse de la gente pero lo cierto es que cuanto más medito más gusta el contacto con ella.


LOS ESPAÑOLES TIENEN MUCHA ENERGÍA


—¿Cuántas personas asisten a esos trescientos centros que diriges?
—No podría decirte cuántas, porque no hay que apuntarse, sino que la gente va o viene. Debe haber en el mundo varios cientos de miles de personas que vienen a nuestros programas y que practican el siddha yoga de acuerdo con su tiempo y sus posibilidades.


—¿Y en España?
—Encuentro que los españoles están muy interesados en la meditación porque son gente con energía. Encuentro que rápidamente se dan cuenta que necesitan algo más en su vida. Llevamos aquí doce o catorce meses y creo que hay ya varios miles de personas que hacen siddha yoga.


—¿Es incompatible ésta práctica con otras creencias?
—No, el siddha yoga no es una religión, y hay gentes de todas las religiones que lo practican. Incluso hay personas que reciben ayuda de el para profundizar en su propia religión.
E. OSUNA


Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 2 de marzo de 1980
Foto facilitada por el entrevistado