lunes, 15 de diciembre de 2014

«ESPAÑA NO COMPRENDE EL PROBLEMA AMERICANO»

Tirando de hemeroteca se aprecia como hay temas que evolucionan poco. Además esta conferencia  pronunciada en el mítico Juan XXIII es premonitoria de muchas cosas que vinieron después y aun ahora

FRANCISCO DE PAULA OLIVA, COORDINADOR DE REFUGIADOS EN ARGENTINA, CONFERENCIANTE EN CÓRDOBA
«ESPAÑA NO COMPRENDE EL PROBLEMA AMERICANO»
* «La visita del Papa tiene un significado muy importante para nosotros»

 
En el Círculo Cultural «Juan XXIII», de Córdoba, Francisco de Paula Oliva, coordinador en Argentina de refugiados chilenos y paraguayos, participó en una conferencia - coloquio sobre «La Iglesia en la situación política de Latinoamérica».

—He dividido mi conferencia en dos partes: la primera, destinada a hacer un análisis de la América latina partiendo de dos países en los que he vivido quince años, Paraguay y Argentina, y, en la segunda parte, he hecho un recorrido histórico de cómo ha sido la Iglesia a lo largo de este tiempo en la evolución de la América latina. Después me he centrado en las diversas corrientes que hay actualmente dentro de la Iglesia de aquel sector.

— ¿Cuáles serian esas corrientes?
—Un poco como herencia de los diferentes periodos históricos que hemos recorrido en estos cuatrocientos años los cristianos, la Iglesia por una parte no se identifica totalmente con el proceso histórico de cada país, aunque tampoco sea algo aparte, sino que está dentro de ese proceso histórico, resultando así diversas tendencias que coexisten.

— ¿De alguna manera América es la esperanza de la Iglesia?
—Primero debemos tener confianza en nosotros mis naos, porque estamos pasando unos momentos tremendamente difíciles. Prescindiendo de que hay diversas interpretaciones, lo más terrible es que fuera de la interpretación que está de acuerdo con los regímenes militares, todas las demás son perseguidas.

VISITA DEL PAPA: ESPERANZA DE «LEGALIZAR»

— ¿Qué significado tiene en este contexto la visita del Papa?
—Para nosotros, muy importante; porque Medellín significó mucho para América, no sólo porque la gente con Medellín abriera los ojos (los abrió con la realidad), sino porque se encontró que al abrir los ojos y adoptar una actitud de más compromiso con la historia tenían un fundamento digamos legal dentro de la misma Iglesia por los documentos allí elaborados. En este momento en que todo está más complicado y revuelto, una actitud jurídica de la Iglesia podría ser un gran aporte para personas que lo están pasando mal.

-¿Qué espera el pueblo americano de Puebla?
—Un apoyo documental por parte de la Iglesia al compromiso político y religioso que ya se está viviendo y que frente a estos regímenes que tanto reprimen serian algo grande.

IGLESIA: CUATRO OPCIONES EN AMÉRICA

— ¿Qué significa este cargo tuyo de coordinador de refugiados?
—Yo soy español nacionalizado paraguayo con cinco años en Paraguay y diez en la Argentina. En Argentina mi trabajo ha sido con los emigrantes paraguayos, chilenos, bolivianos, uruguayos. Lo que pasa con este trabajo es que en muy poco tiempo me he encontrado con una gran expulsión de chilenos que no eran emigrantes, sino exiliados. Por otra parte, Buenos Aires junto con Nueva York sea los dos centros grandes de recepción de emigrantes de toda América. En Buenos Aires se pueden contabilizar unos dos millones, y trabajando CON ellos te tocó recibir exiliados de todos estos países con regímenes represivos.

— ¿La Iglesia está o no con estos regímenes?
—Mira, hay como cuatro comprensiones de la fe en América latina. Una comprensión tipo conservador que es herencia del pasado y de determinadas clases sociales. Hay otra comprensión de la fe que es la que propició la democracia cristiana que es desarrollista fundamentalmente. Hay otra comprensión de la fe que es un paso más adelante y que es una Iglesia de cristianos comprometida coa el cambio social, y finalmente hay otra comprensión de la fe, todavía más profunda y adaptada al mundo moderno, que es un com¬promiso cristiano político. De estas opciones, la conservadora está con los regímenes políticos y le sirve de soporte ideológico, y está formada por los capellanes militares y personas que defienden no se sabe bien si a la Iglesia o a sus propios intereses.

— ¿De estos grupos, cuál es numéricamente más importante?
—Este grupo conservador se apoya en la oligarquía; el desarrollista, en la burguesía de tipo medio, y los otros tiran más hacia las clases populares; por tanto, parece evidente que la cosa va hacia el compromiso social y político. Además somos colonos do los EE. UU. y la oligarquía recoge las sobras de esta colonización. Por lo tanto, el control de la oligarquía sobre medios de producción y comunicación es total.

— ¿Dónde está entonces la esperanza del pueblo americano?
—Primero, en que este pueblo ha abierto los ojos, y aunque se los saquea no los va a cerrar. Y segundo, que este pueblo se ha organizado, y aunque han aplastado sus prácticas, no ha sido del todo y se levantará una y otra vea hasta que consiga mejorar lo más posible.

ESPAÑA NO COMPRENDE A AMÉRICA

— ¿Puede jugar España un papel importante en este sentido?
—Hasta ahora no lo ha jugado. El lenguaje que hasta ahora ha utilizado España ha sido un mero bla, bla, bla. Lo impor¬tante ahora es que demuestren su interés por América los partidos políticos, y aún no lo han hecho. Ahí tiene a tanto exiliado que los están echando y ¿qué se hace? Palabras bonitas, pero nada más. Está por ver que se haga algo eficaz aquí por América.


— ¿Y otros países europeos?
—Ahora mismo hay grupos en Francia, Alemania, Inglaterra que apoyan totalmente a América. Sería una pena que España se quedara atrás. Hasta ahora sólo hay mejores palabras que antes, ¿empareden el problema? A mí me parece que no.

— ¿Por qué?
—En América está naciendo una mueva forma de vivir, de abajo para arriba. Resulta que los partidos más radicalizados de Europa son allí similares a los conservadores. El leguaje de aquí nos parece allí medio trasnochado porque no nace de la organización del pueblo, sino de personas de arribo que organizan desde arriba, desde la televisión. El militante es más importante que la televisión.
E. OSUNA


 Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 3 de febrero de 1979