DON ANTONIO G. LAMADRID HABLÓ SOBRE “LA BIBLIA, LIBRO DE LA HUMANIDAD”
DON Antonio G. Lamadrid habló en el ciclo de conferencias sobre «La Biblia, libro de la Humanidad", que ha organizado la Obra Cultural del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba.
Y habló sobre el tema que, a lo largo del tiempo, ha suscitado polémica, apasionamiento, luz e incluso escándalo: «Los manuscritos del Mar Muerto". El mismo tema de su conferencia es un exponente de su interés: "Una biblioteca en el desierto" ("Los manuscritos del Mar Muerto y el Nuevo Testa mentó").
—¿Qué significado tiene "Los manuscritos del Mar Muerto"?—Significan mucho para la historia del Antiguo Testamento, porque ganamos nueve, diez e incluso once siglos en antigüedad sobre las copias que teníamos hasta ahora.
. —¿Qué antigüedad tenían estas copias?
—Hasta 1846 estas copias tenían una antigüedad del siglo noveno de nuestra era, y, con los actuales, nos remontamos hasta el siglo tercero antes de Cristo. Algunas de estas copias llegan a ser incluso contemporáneas de algunos de estos escritores inspirados.
—¿Significan un resello más de autenticidad para los Evangelios?
—Con respecto a los Evangelios es difícil pronunciarse. U1tinamente se ha dicho que en la nueva, siete han aparecido; unas copias que corresponden al Evangelio de San Marcos. Concretamente ha sido el padre Ocarmen, de la Escuela de San Cugat, quien así lo ha dicho. Pero la cosa está aún en discusión. Lo que sí es cierto es que corresponden estos manuscritos al Antiguo Testamento, pues pertenecen a una secta judía y, por tanto, es lógico que así sea.
NO FUE ESENIO
—¿Fue esenio Juan Baustista?
—Las relaciones entre los esenios y San Juan Bautista presentan afínidades sorprendentes, tanto en el marco espacial como cronológico e incluso, en muchos otros paralelismos que presentan. Por otra parte. la misma tradición cristiana hace ir a Juan Bautista desde muy pequeño al desierto, y sabemos que los esenios adoptaban niños. La vocación de San .Juan para predicar también la adquirió en el desierto de Judá. que en ese tiempo estaba ocupada por comunidades esenias. Ahora bien, admitiendo esta hipótesís hay que admitir una vocación especial, una diferencia profunda y radical que San Juan Bautista presenta respeto a los esenios.
—¿Cuál es esta diferencia?
—Los eseníos vivían muy cerrados dentro de sí mismos en una comunidad que irradiaba hacia los demás, incluso odio, como lo refleja el título de uno de sus libros «La guerra de los hijos de Dios contra los hijos de las tinieblas», y, sin embargo, Juan Bautista es un espíritu abierto, ecumenista, universalista, no sólo para los judíos, sino para los mismos soldados romanos que estaban ocupando aquella zona.
EL SIGNO DE LA AUTORIDAD
—¿Qué relaciones hay entre el «maestro de justicia» y Jesucristo?
—Ha habido algunos autores entre los años 50 y 60 que han producido incluso un escándalo que ha llegado a la gran masa, sobre todo en Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Un estudio más sereno y objetivo de los documentos aprecia algunos paralelismos entre los dos —se llaman maestros, son odiados por las clases dirigentes judías, intentan radicalizar más las posturas con relación al Antiguo Testamento—, pero sin embargo, las diferencias son también mucho más profundas. Jesucristo se presenta como el Mesías, como Hijo de Dios, y la autoridad con la que se expresaba, que la comentaban sus mismos oyentes, «nunca nadie ha hablado con la autoridad con que habla este hombre.
Desde un punto de vista arqueológico ¿qué importancia tienen estos documentos?
—Las excavaciones que se han hecho en esta zona donde vivían los esenios son sumamente interesantes,-desde el punto -de vista arqueológico, tanto por la cantidad de objetos que han aparecidos por la recuperación de un edificio, unas Construcciones pertenecientes al período romano, que se nota, era el centro de aquellas comunidades; no un edificio cualquiera, con amplias estancias; por ejemplo, una sala, espacie de refectorio, donde tenían los banquetes sagrados; el escritorio, donde se escribieron y copiaron los manuscritos y donde han aparecido hasta las mesas que utilizaron y los tinteros y varias cosas más, como la era misma, donde se amasaba el barro y se cocía, los hornos para la cerámica mayor y menor, almacenes para los cereales, un horno para pan; en fin un conjunto muy interesante, que. nos recuerda a monasterios medievales, que se bastaban a sí mismo para funcionar.
—¿Qué han aportado en concreto a la Biblia estos manuscritos?
—Se recuperan copias de los libros del Antiguo Testamento, de todos menos del libro de Esther, cosa que tiene mucha importancia para reconstruir el Antiguo Testamento, y respecto al Nuevo Testamento se aclaran también, a la luz de estos documentes, pasajes importantes del Evangelio de San Juan y también de las Cartas de San Pablo, pues se trata de una literatura rigurosamente contemporánea.
—¿No se le ha dado un tono da espectacularidad a estos manuscritos?
—Sí. Sobre todo, en los años 50-60. Pero esto es normal, cuando se hacen estos descubrimientos: hay un fervor inicial que parece aclarar todos los estudios; pero después, una consideración más reposada deja las cosas en su sitio.
Eladio OsunaFoto tomada de Internet