La desastrosa gestión del ministro Julio Rodríguez tuvo un curioso epílogo que afectó a las interminables obras del nuevo ayuntamiento. No tuvo perdón y así lo sacamos
La Casa de la Cultura, "terminada"
La Casa de la Cultura, "terminada"
En la página 200 del incatalo- gable libro del ex titular de Educación y Ciencia, señor Rodríguez Martínez —«Impresio- nes de un ministro de Carrero Blanco»—, al enumerar las realizaciones que llevó a cabo durante su fugaz mandato, afirma: «Terminado el edificio de la Casa de la Cultura en Córdoba.»
Nos apresuramos a ofrecer el testimonio actualísimo del estado de dicho inmueble, pudiendo comprobarse que, una vez más, se ha sufrido el espejismo, tan humano, de confundir el deseo con la realidad.
De cualquier forma, como es bien sabido que hasta en el libro más estólido se puede encontrar alguna enseñanza, por éste de don Julio hemos podido saber —¡al fin!—, la causa por la que no se reanudaban las obras en el edificio que iba para Ayuntamiento cuando cambió de rumbo en el Ministerio creen —se habrá estropeado algún cerebro electrónico— que la construcción está terminada.
No es, por tanto, cierta la difundida hipótesis de que el cercano templo romano que se construye, desde hace más de una década, en las inmediaciones, había contagiado su parálisis endémica a la Casa de la Cultura. Menos mal.
Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 14 de junio de 1974.