martes, 9 de noviembre de 2010

AUCORSA (4)

 En otra pasada a los archivos descubro esta carta sobre el conflicto de AUCORSA del 73, ya expuesto en el blog, pero que da otra perspectiva y otros detalles además de la significación de su autor


En torno a los autobuses
 

Para su publicación hemos recibido copia de un escrito enviado por don Andrés Muñoz Fuentes a la Sección Social del Sindicato del Metal para, si procede, su posterior pase al Consejo Provincial de Trabajadores y también a las autoridades cordobesas. Escrito este que reproducimos seguidamente:

...ES HORA DE MEDITAR
Los recientes acontecimientos ocurridos en Córdoba días atrás obligan a todos a meditar, ciudadanos y autoridades, todos unidos para preservar esa paz que durante largos años llevamos disfrutando, pero con verdadera justicia social, sopesando la igualdad en la balanza de los hechos. Soy totalmente apolítico, pero, por mi condición sindical, por mis ideales de justicia, hago este llamamiento a todos para que, juntos, busquemos, por medio del diálogo y la comprensión, el entendimiento justo para todos, sin cargar las tintas, ni sobre unos ni sobre otros.
No voy a meterme en si lo organizado es por los de un lado o por los del otro, no entiendo de esto ni me interesa; ya dije anteriormente que soy apolítico, pero sí quiero que seamos conscientes de nuestra
responsabilidad y veamos dónde está el mal, para evitar que en lo sucesivo, vuelva a ocurrir y así impedir que pueda llegar a alturas  que luego todos lamentaríamos.

Estos acontecimientos, llevados a cabo por la mayoría, demuestran un hecho patente, la disconformidad total por parte de casi todos o todos, hacia ese servicio público, de los transportes, tan necesarios como es el de los autobuses.
Al decir casi todos, me refiero a los que no hemos utilizado los autobuses, no a los que los han apedreado e insultado a los viajeros, ya que esto es propio de una minoría del todo  despreciable.  Desde hace años, el descontento era general por los muchos abusos y el poco tacto por parte de gran mayoría de los empleados de la empresa y por esa falta de no poder llevar el usuario la queja ante las autoridades competentes.
Si usted toma un autobús sea la hora que sea, y se avería (cosa muy frecuente), no tiene derecho, ni a pedir que le devuelvan el dinero, porque no le han servido completamente, como usted ha pagado, ni tiene derecho a pedir el libro de reclamaciones porque se ríen de usted, y solamente obtiene por respuesta del cobrador: "Que él no tiene la culpa, que abre la puerta y el que quiera que se baje o que espere a que venga otro coche", no sabiendo cuándo llegará éste.
Esto, si fuese muy de tarde en tarde, no se vería mal, pero que ocurra casi todos los días en una u otra línea, ya se pasa de castaño oscuro. Hay autobuses en los que usted puede asirse a una barra para no caerse y,
cuando llega a su punto de destino y se baja, puede ver que sus manos están llenas de moho, grasa, etc.
En muchos de los autobuses, la mayoría de sus ventanas ni cierran en condiciones, ni se las puede abrir en caso de emergencia, amén de que las ventanas, además de estar sucias, están plagadas de motas que, a mi juicio, parecen excrementos de moscas y demás insectos ¡Ah!, pero eso sí, hay en algunos de éstos un papelito que dice: "Desinfectado y desinsectados", con fechas varias veces anteriores a las actuales.

Muchas véces por no decir todas, los autobuses salen antes de hora, unos minutos tan sólo, pero son los suficientes para perderlos. Como no hay un control horario para que se pueda comprobar la hora y los coches modernos, aunque traen reloj, éstos se encuentran parados, tiene que poner todo el que quiera utilizar este servicio su reloj sincronizado con el del cobrador de la línea que haya de utilizar.
También ocurre algunas veces que, por el motivo que sea, pierden algún viaje, y entonces el paciente usuario se queda esperando a que pase un nuevo  autobús. Cuando van algo retrasados,  con respecto a su horario, es muy corriente que le pongan el cartel  de “Completo” para ganar tiempo  y mientras tanto el usuario tiene que esperar  a tener más suerte en el próximo viaje.
Y éstos, en un sinfín de hechos que llevan a la desesperación al usuario y que se van acumulando días tras día, por lo cual, esto deberla estar más vigilado por parte de las autoridades, que son las responsables de que este servicio sea perfecto, ya que la mayoría del mundo del trabajo se vale de él para sus desplazamientos diarios.

Yo invito desde aquí, primero a las autoridades competentes, a que  sea  implantado  el  libro  de reclamaciones,   ya   que   esto  es obligatorio en  todo  servicio   público,   a   una   estrecha   vigilancia por parte de la Policía Municipal, del cumplimiento de las más mínimas reglas de ética y de servicio al 'Respetable Público", que, en definitiva, es el que mantiene esta empresa. Aquí no vale decir ahora que no hay suficientes municipales para esto, ya  que hace unas días se pudo comprobar que existe uno para cada autobús, y este servicio  sólo  requeriría  dos o tres parejas para su control. Que  sean  retirados,   de  una   vez para  siempre,   esos   vehículos   que constantemente nos dejan a la mitad de camino y, además, nos ensucian. Que sean instalados unos controles por medio de casetas de inspección, como existen en otras capitales,  en donde se encuentre un libro de reclamaciones para que los usuarios puedan hacer constar sus quejas  y  sean  éstas   leídas.   Estos controles podrían estar, a título informativo, en plaza de José Antonio, Sector Sur, Electro Mecánicas, Margaritas, Cañero y Campo de ia Verdad, o bien ser estudiados otros puntos claves para poder, hacerlos factibles a todos los usuarios.

Y ocúpese quien corresponda, de que ese servicio sea digno de personas, y no de animales, como parece que es ahora, al objeto de evitar que, cuando se presente la ocasión, la cólera caiga, la mayoría, de las veces, sobre quien menos culpa tiene.
Después de todo esto, y viendo si procede, súbanse los precios, pero no antes, y sin pensar que el público también cuenta, teniendo presente que en Granada valen 2,50 pesetas diarias; en Málaga, tres pesetas diarias, etc.
Igualmente, que sea atendida esa justa petición que se viene reclamando, de que se instale una línea de circunvalación a Córdoba, para evitar, con los precios que ya tienen los autobuses, el tener, que pagar el doble para desplazarse de algunos barrios a otros; esto también está ya puesto desde hace años en la mayoría de las capitales y Córdoba ya es hora de que lo disfrute, por su número de habitantes e importancia.
Hay muchas otras cosas más jpie se podría pedir, pero para no hacer más extensa esta carta, dejo a la conciencia de quienes puedan hacer algo sobre todo esto lo completen ellos y así puedan evitarse sucesos como los ocurridos. Sin más por ésta reciban mi afectuoso saludo,

ANDRÉS MUÑOZ FUENTES

Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 16 de marzo de 1973