viernes, 13 de noviembre de 2015

Juan Luis Cebrián en el I Curso Andaluz de Comunicación (IV)

Juan Luis Cebrián fue otras de las estrellas del periodismo que asistió y participó en este Curso. Ahora que está de nuevo en el candelero, bueno es repasar sus respuestas de entonces

JUAN LUIS CEBRIAN, DIRECTOR DE «EL PAIS»
«LA INDEPENDENCIA SE VÉ TURBADA A DIARIO, CADA MINUTO»
•La prensa regional es la prensa del futuro
•En España apenas si hay prensa nacional


Juan Luis Cebrián, director de «El País» estuvo en Córdoba participando en el I Curso Andaluz de Comunicación Colectiva. Prensa y democracia desde la perspectiva de «El País» fueron analizados en dos intervenciones que en ningún momento dejaron de ser críticas y en ocasiones duras, sobre todo en el capítulo de la mejor televisión de España. Con Cebrián charlamos brevemente antes de su marcha a Madrid.

—¿A qué crees que se debe el éxito de «El País»?
—Hombre, fundamentalmente a que ha sabido conectar con sus lectores; quiero decirte que hemos hecho un periódico que por su propia calidad o por las deficiencias de los otros o quizás por las dos cosas, ha encontrado un mercado potencial que ya existia y ha conectado con él.

—¿Qué posición ideológica crees que ocupa «El País»?
—«El País» pone debajo de la cabecera que es un periódico indepdniente; yo sé que la independencia total como la verdad o la bondad, son valores abstractos; la independencia como la libertad es una lucha y una conquista permanente, y nosotros tratamos de ser un periódico independiente, lo tratamos con honestidad.

—¿Sin limitación?
—En este sentido somos un periódico liberal en el amplio sentido del término, no en el sentido político o económico y aspiramos a reflejar la gran pluralidad de ideologías y de opciones de la vida española sin excepción de ninguna, salvo la que atente contra los principios democráticos, los derechos
humanos o propugne sistemas violentos.

INDEPENDENCIA TURBADA

—¿Se ha visto muy turbada en estos dos años de «El País» esa independencia?
—La independencia se ve turbada a diario y cada minuto por gran cantidad de presiones. He de decir que tanto en la mayoría de los accionistas, en el consejo de administración y, desde luego, en redacción y en todo el personal del periódico, he encontrado como director apoyo para defender su posición de independencia.

-—¿Qué papel piensas que va a jugar la prensa española en los próximos años una vez que he dejado de ser el parlamento de papel?
—Creo que va a jugar el papel de toda la prensa occidental, e incluso un papel más progresista que en muchos países, porque va a jugar un papel de información, un papel de análisis sobre todo, que creo es donde está el futuro de la prensa. No sólo hay que dar noticias sino explicar el por qué de ellas; y va a jugar un papel de diálogo comunitario, que es lo que es la prensa: un lugar de encuentro.

REGIONALES

—¿Sobran periódicos en este país?
—El problema creo que no es si sobran o faltan periódicos sino cómo garantizar que los periódicos que existan, sean los que sean, tengan una vida próspera y respondan a una necesidad social. Yo no podría decir nunca que sobran periódicos pero sí que tal como está estructurada la prensa, es muy difícil que pervivan los periódicos si no es con ayudas exteriores a ellos.

—¿Y la prensa regional?
—Pienso que es el gran futuro de la prensa española y el gran presente en las sociedades occidentales: el primer periódico de Francia es un periódico regional, y por razones evidentes de estructura económica y de participación social y política cada vez hay más deseo de acercarse y profundizar en el fenómeno de la prensa regional. Lo que pasa es que, salvo excepciones, la prensa regional se ha planteado aquí como competitiva de la nacional y como normalmente no ha podido competir con los mismos medios, ha fracasado.

PRENSA NACIONAL Y AUTONOMIA

—¿Las autonomías va a afectar a la prensa nacional?
—Prensa nacional, en el sentido de prensa que se venda en todo el territorio del estado, apenas si existe. Creo que la competencia es siempre buena y no mala, la competencia sana. Creo que cuanto más periódicos regionales se hagan y se lean, más periódicos nacionales se harán y se leerán.

—¿Cómo está la enseñanza del periodismo en este momento?
—Creo que no existe la enseñanza del periodismo, con excepciones, excepciones que son de algunos profesores, muy pocos y de algunos esfuerzos notables: pese a sus connotaciones ideológicas creo que la facultad de Navarra ha sido un esfuerzo razonable; en Barcelona hay un grupo de profesores pequeño igual que en Madrid, que tratan de superar esto.

—¿Qué le pides a un profesional que vaya a trabajar contigo?
—A los profesionales que contrato les pido una preparación que me garantiza unos años de estudio o una ejecutoria profesional o las dos cosas a la vez. Les pido un acuerdo, no tácito sino explícito, con las líneas generales de «El País», que son la defensa del sistema democrático y las líneas generales que informan la línea edito¬rial del periódico, y les pido una honestidad básica y una decisión básica de ser profesionales del periodismo.

BUENAS Y MALAS NOTICIAS

—¿En estos años, de qué noticia te has sentido más satisfecho?
—Mira, tengo 17 años de periodismo activo y por formación y carácter soy un personaje bastante escéptico. Quiero decirte que las buenas noticias me satisfacen poco, por así decirlo y las malas tampoco me abruman. Hombre, pienso que la convocatoria y realización de las elecciones generales me produjeron gran satisfacción porque significó el comienzo de la democracia en España.

—¿Y la que te ha afectado más negativamente?
—Bueno quizás la que más me impactó fue sin duda alguna el asesinato de los abogados laboralistas de Atocha. Es la única vez que «El País» ha publicado una noticia a cinco columnas en primera página.
E. O.

 Publicado en El Correo de Andalucía el 21 de septiembre de 1978