viernes, 28 de noviembre de 2014

Delicuencia infantil 2


Segunda entrega de esta mesa redonda celebrada en el Juan XXIII sobre el tema de la delicuencia jiuvenil. Las cifras son curiosas también
 
DELINCUENCIA JUVENIL
FALTAN MEDIOS MATERIALES Y PERSONALES
-Mil millones procedentes del juego, atrancados en los presupuestos
-Cien expedientes anuales de delin-cuencia juvenil en Córdoba


En nuestra anterior edición ofrecíamos información de la mesa redonda que sobre el tema «Delincuencia juvenil» se celebró en el Círculo Cultural «Juan XXIII», de Córdoba. Manuel Rico, juez de Peligrosidad Social de Sevilla, nos respondía a diferentes cuestiones sobre este tipo de delincuencia. Hoy es Alberto Revuelta, director del Centro de Observación del Tribunal Tutelar de Menores de Córdoba, quien nos profundiza en otra dimensión del mismo problema:


—He planteado el tema de las conductas irregulares de menores de 16 años, y he dado una serie de datos del tratamiento que se le ha dado en los últimos años y del número de chavales que han pasado por los Tribunales, especialmente por el de Córdoba y también una visión de las distintas tendencias que hay ahora mismo desde el punto de vista de la reeducación y los distintos tratamientos que se pueden seguir, así como las bases de su tratamiento desde la perspectiva educativa.

—Hablemos de estos datos estadísticos.
—Los últimos datos de que dispongo son de 1975 y en ese año pasaron por los Tribunales de Menores de España —no por la Juntas de Protección que es otro aspecto distinto— un total de 2.054: No hay estadísticas posteriores, pero se calcula que hay un aumento del 27 por 100 constante y anual.

— ¿Y en Córdoba?
—En Córdoba se abrieron, el año pasado unos cien expedientes. Ahora mismo en Córdoba podemos cifrar en unos 60 chavales lo que presentan conductas irregulares de tipo delictual.

— ¿Qué tipo de delitos?
—Normalmente robo de motocicletas y coches, asaltos a tiendas para coger dinero, robos en .general almacenes como discos, aparatos electrodomésticos zapatos deportivos; es decir lo que ven por la televisión que no tienen.

FACTORES DE DELINCUENCIA

— ¿El ambiente familiar de esos 60 chicos?
—La mayoría de ellos son chicos que los padres expulsaron de sus casas. Por ejemplo ahora tenemos uno que ha estado viviendo casi un año él solo en una barraca y tiene 13 años.

— ¿Cuáles son entonces los factores básicos que influyen en estas conductas?
—Son varios. En primer lugar la posición socioeconómica de la familia, cuando no hay dinero la marginación social propicia estas conductas irregulares. Después el trabajo de los padres, el mutuo respeto entre ellos, el abandono de la familia, el número excesivo de hermanos, etc. Por otra parte están los factores derivados del propio chaval de tipo patológico o de tipo psíquico que suelen abundar bastante.

— ¿Influye el sistema educativo del país?
—Sí, claro y pienso que en dos sentidos: uno en que las expectativas de tipo educativo reproducen de alguna manera el esquema del país en cuanto que el dinero y el bienestar son las expectativas habituales de la población, y segundo esto genera una agresividad en este sentido qué puede propiciar una serie de conductas irregulares que no cabe achacar totalmente a los chavales.

FALTAN MEDIOS PREVENTIVOS

—¿Es buena la rehabilitación que se da a los chavales?
—Por supuesto que no es ideal, porque no hay medios materiales ni personales, ni preparación adecuada, aspectos estos que es-tán reconocidos incluso por nuestros organismos oficiales superiores como el propio presi-dente del Consejo Superior de Protección de Menores ha dicho.

—¿Y el Impuesto sobre el juego?
—Bien, ahora se podrá disponer de unas cantidades y que para el año anterior suponen irnos mil millones de pesetas, pero que con la suspensión actual del presupuesto en las Cortes, no se dispone de los correspondientes libramientos.

— ¿Cuál sería el campo de acción una vez se pueda contar efectivamente con ese dinero?
—Bueno, esto no depende de mí, pero pienso que el nuevo Estatuto del Menor tiene unas previsiones a nivel provincial en las cuales cada provincia debe disponer de un Centro de Observación y Clasificación de Menores en los que estarían de 15 a 20 días y en los que unos equipos de psicólogos, pedagogos, etc. harían un informe al juez y propondrían un tratamiento adecuado. Después se prevé un colegio abierto, otro de reforma y en las regiones un Centro de Difíciles de los que ahora solo hay uno en Zamora, en la antigua cárcel de los curas. Esto habría que alternarlo con clubs en los barrios, centros de prevención de delincuencia del tipo francés, etc. El campo es limitado y sin embargo ahora mismo no hay medios.
E. OSUNA

Publicado en le edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 16 de febrero de 1979
Foto propia del reportaje