ENSEÑANDO A VER
DIDÁCTICA EXPOSICIÓN DE PINTURA MEDIEVAL CORDOBESA
19 Ilustraciones a color y en blanco y negro desmenuzan un auténtico retablo del siglo XIV
En un amplio esfuerzo artístico-didáctico, protagonizado por el Cabildo Catedralicio, la Galería Studio 52 y don Manuel Nieto Cumplido, ha sido montada la exposición de «Pintura Medieval Cordobesa». Tal exposición puede considerarse como una continuación del propósito iniciado el año anterior con la «Muestra de orfebrería cordobesa» de ofrecer al público tesoros artísticos de nuestra provincia que permanecen casi del todo desconocidas.
En la presente ocasión se trata del antiguo retablo de la capilla de San Pedro, de la Mezquita-Catedral, capilla que fue donada a solicitud de Enrique II por carta dada en Toledo el 16 de octubre de 1368.
El mencionado retablo, hacia 1390, se debió instalar ante la fachada del Mihrab de la Mezquita y posteriormente ha sufrido diversas vicisitudes, entre las que destacan su desaparición de la capilla de San Pedro en 1826 y resguardo en las atarazanas al ser retiradas del culto. Posteriormente, hacia 1892, fueron enviadas a Madrid, donde figuraron en una exposición, donde parece que no tuvieron mucho éxito. Finalmente, en la actualidad, fueron enviadas a los técnicos del Museo del Prado para proceder a su restauración y colocadas a la entrada de la Sala Capitular.
EL RETABLO
El retablo se compone de las cinco tablas presentadas en la exposición. En la central figura el «Retablo de la Virgen de la Leche», que aparece flanqueada por dos ángeles. A sus pies, y de rodillas, aparecen los retratos de los donantes presentados a la Virgen y al Niño por San Ildefonso y por San Bernardo, respectivamente.
Dos tablas más representan a San Pedro y San Pablo, titulares de la capilla, y en dos más Santa Catalina de Alejandría y San Francisco de Asís.
El conjunto ha sido calificado por los más prestigiosos tratadistas de arte «altamente contemplativos, lírico e idealista, que huye tanto de los descensos de la realidad como de las contorsiones expresionistas y dramáticas», según estimación de Ricart.
En cuanto a la posible atribución se han presentado problemas. Ni el extenso tratamiento fotográfico ni la utilización de rayos X ha logrado dar algún tipo de pista en este sentido. Es este punto especialmente interesante por las posibles relaciones que pudiera tener con los primitivos pintores cordobeses. Es en esta línea donde Nieto Cumplido plantea la opinión de que posiblemente su autor sea un pintor cordobés «en la medida en que se pueda llegar a conocer la existencia de una verdadera escuela de pintura medieval cordobesa durante la segunda mitad del siglo XIII y todo el siglo XIV». Campo éste amplio para la investigación y que ofrece gran riqueza de matices y posibilidades.
Independientemente de esta línea de investigación artístico-histórica hay que señalar el cuidado puesto en la presente exposición por los organizadores que, con un amplio tratamiento fotográfico e ilustrativo, marcan una pauta valiosa para esa pedagogía popular del arte español que está tan sin hacer. Una exposición que, con fines didácticos —«enseñar a ver»—, ofrece al público una ocasión valiosa de profundizar de la mano de la pintura medieval cordobesa en algo tan esencial como es el arte.
E.
Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 11 de enero de 1974