domingo, 11 de abril de 2010

La Universidad de Córdoba tiene arreglo

¿Ha cambido mucho la Universidad de Córdoba desde su inicio hasta ahora? Esta entrevista da pistas para la respuesta
Profesor Valcárcel
La Universidad de Córdoba tiene arreglo

•El equipo rector se ha quedado sin vacaciones
•Necesitamos una LAU para veinte años

•Las pintadas actuales son lamentables y me avergüenzo de ellas
El profesor Miguel Valcárcel Cases, catedrático de Química Analítica de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Córdoba pronunció la lección magistral en el acto de clausura de curso de los Colegios Mayores de las Cajas de Ahorros, sobre el tema «Apuntes para una Universidad en renovación», ocasión que aprovechamos para hablar de la Universidad en general y de la cordobesa en particular porque no en balde el señor Valcárcel pertenece al nuevo equipo rectoral:
—En realidad mi intervención ha sido unos apuntes, unas ideas sobre la situación general de la Universidad, una situación en renovación y en profundo cambio. He analizado las peculiaridades fundamentales que dan lugar a está situación anómala en la Universidad y que en primer lugar creo que es un fracaso de la Ley General de Educación, en segundo lugar una falta de planificación y coherencia en la expansión que han sufrido las enseñanzas universitarias en España durante los últimos diez años, en tercer lugar la no existencia de una clara y eficaz política de decidir una Universidad acorde con los nuevos tiempos y en cuarto lugar una cierta resistencia por parte de la Universidad a cambiar.
— ¿Soluciones a esta situación?
—La Universidad de nuestro tiempo ha de atender a la preparación de profesionales, fomentar la cultura, realizar la investigación científica seria y ofrecer una imagen de ejemplaridad ético esencial. Para abordar las soluciones creo que hay que desmitificar algunos conceptos previos como los de democracia en la Universidad y autonomía, y una vez situados en su verdadero lugar proponemos algunos cambios como por ejemplo la solución a la crisis profunda de identidad que tiene la Universidad en estos momentos y la necesidad de un cambio en su estructuras y mentalidad. Creo que también es importante romper moldes y cambiar la metodología de la enseñanza universitaria que realmente está estancada en el XIX. El alumno debe dejar de conjugar el verbo aprobar y sustituirlo por el verbo aprender, debe ser mucho más protagonista, no un alumno de libro de texto y apuntes sino de biblioteca y laboratorio.
— ¿Y el profesorado?
—Debe trabajar con más ilusión y tener una conciencia de renovación en la preparación de sus clases, debe romper los moldes de la lección magistral exclusivamente. Lo que ocurre es que la masificación y la falta de medios impiden quizás un esfuerzo de este tipo.

PNN Y OPOSICIONES
— ¿La Universidad fábrica de títulos?
—Esta es una de las misiones de la Universidad, pero no la única y esto debe definirlo claramente. Nosotros proponemos la creación de unas escuelas profesionales a lo largo de las Facultades pero inmersas dentro del sistema universitario que den unas enseñanzas de tipo medio mucho más concisa, pragmática que la que sé da en las Facultades al objeto, de reducir el problema de la masificación, la falta de planificación en el sistema educativo y la deformación técnica que ha sufrido la Universidad en los últimos tiempos.
— ¿Se investiga en la Universidad?
—Este es un aspecto que está muy devaluado y casi olvidado y creo que es uno de los aspectos que más hay que revitalizar. El universitario sin duda alguna debe investigar por investigar y no por .conseguir méritos ni para acallar conciencias. Debe hacerlo sin confundir los estímulos que existen con los objetivos.
— ¿Cómo enfoca el problema de los PNN?
—Este problema de la falta de estabilidad de empleo en el profesorado no numerario creo que es coyuntural, pero que creo que es importante ahora y condiciona muchísimo la situación universitaria. Es una más de las fuentes de desconcierto, incertidumbre y desmoralización que abundan. Es preciso que cambie o que se busque una solución a este número desmesurado de PNN sobre todo en las Universidades pequeñas.
— ¿Abajo las oposiciones?
—El actual sistema de oposiciones se ha mostrado ineficaz para resolver el problema por una parte por la lentitud burocrática y por otra por la falta de preparación de este profesorado que abrumado por clases teóricas y prácticas y tareas burocráticas no ha podido realizar la carrera docente adecuada. Es preciso abordar este tema en tres planos diferentes: primero potenciar seriamente la formación de este profesorado —cursos, becas, ayudas, estancias en otras universidades, etc.—, segundo propiciar un sistema objetivo, real y justo de estabilización de este profesorado, un sistema que permita además eliminar a aquel que no ha alcanzado los mínimos de cumplimiento y tercero buscar una solución definitiva al problema de la selección del profesorado.

LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
— ¿En este sentido qué opinión le merece la LAU?
—Es un apoyo jurídico que ofrece la sociedad a la Universidad y que debe ser una ley triunfo de la propia Universidad no un triunfo de una opción política, para lo cual es preciso que la LAU que salga tenga vigencia adecuado por ejemplo 20 años sean cual sea los resultados de las elecciones generales que pueda haber durante este tiempo.
— ¿Estos problemas se ven agudizados en la Universidad de Córdoba?
—La Universidad de Córdoba está inmersa en la problemática de las diez universidades nuevas creadas en el país en los últimos años y que fueron creadas sobre el papel sin ninguna planificación ni un mínimo interés sobre expansión,, necesidades, etc., es decir por presión o amistades se crearon universidades muy alegremente sin el debido apoyo. Fíjese que por ejemplo en la Universidad de Lancaster que empezó sus enseñanzas en 1973 al igual que la de Córdoba. Pues bien, en el 70 terminaron las instalaciones completas, del 70 al 73 se dedicaron a reclutar al profesorado y este profesorado a preparar clases, laboratorios, etc., y cuando estuvo todo preparado, llegaron los alumnos. Cualquier comparación con la situación cordobesa es pura coincidencia.
— ¿Tiene arreglo pues esta Universidad?
—Sí, por supuesto. De momento ha llegado una paz aparente quizá por el cansancio de una campaña electoral dura y en segundo lugar por la época en que estamos del curso. De todas formas para ver si hay paz hay que esperar al mes de octubre. Nosotros la queremos y la ma¬nera de hacerlo es mediante una acción de gobierno que sea respetada. Lo único que pedimos es una oposición honrada que haga crítica constructiva. Respecto a las pintadas creo que es lamentable la imagen que da la universidad a la sociedad de Córdoba y como universitario me siento avergonzado de un espectáculo tan triste como el que ofrecemos.
— ¿Verano diáspora o verano trabajando?
—Yo ya he renunciado a mis vacaciones al igual que el resto del equipo rector y vamos a trabajar intensamente preparando el curso que viene.
-¿Puede adelantarnos los pasos inmediatos que van a seguir?
—Lo primero que vamos a hacer, dado el vacío legal existente, es someter el programa electoral que hemos propuesto en algo aprobado por el Ministerio —composiciones de claustros, juntas, formas de gobernar, etc.— En segundo lugar se va a intentar revitalizar las inversiones en la Universidad de Córdoba.
E. OSUNA

Publicado en la Edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 5 de julio de 1981
Foto actual tomada de Internet

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