viernes, 10 de febrero de 2012

Ruíz Giménez en Córdoba

Que Ruiz Jimenez dijera estas cosas en 1974 no era fácil. Tampoco recogerlo en una crónica. De ahí esa cierta ambigüedad en su redacción.

RUIZ - GIMENEZ

“A pesar de sus defectos, nada como la democracia y sus instituciones”

"LA DEMOCRACIA, INÚTIL SIN REFORMA CULTURAL Y SOCIO-ECONÓMICA"


Con ambiente de expectación y lleno total se celebró en el salón de actos de la Obra Cultural del Monte de Piedad y Caja de Ahorros la anunciada conferencia que, organizada por el Círculo Cultural Juan XXIII, estuvo a cargo don Joaquín Ruiz-Giménez.


Tras la presentación del conferenciante por don Juan Luna, Vicepresidente del Círculo, el señor Ruiz-Giménez comenzó su disertación lamentando que se tuviera que celebrar a «puertas semíabiertas», lo que establecía cierta relación, siguió diciendo, con el tema de la conferencia que era algo así como crisis y esperanza en la aplicación de los derechos humanos.


Los comienzos fueron muy de la tierra al citar a Séneca en «el hombre, sagrada cosa para el hombre», precisando el debido respeto que se debe tener, tanto desde esferas de fe cristiana como de ideologías agnósticas, siendo el objetivo de su intervención un intento de hacer tomar conciencia a los asistentes sobre la lucha a plantear en pos de los derechos humanos y la democracia.


PRENSA DE MADRID


La segunda cita de la noche fue de un diario madrileño del día que había afirmado que «la democracia es el caballo de batalla del terrorismo». Después de preguntar si esto era verdad, pasó a hacer un análisis de la crisis de la democracia, tanto en lo relativo a los derechos humanos como a las libertades personales.


Para afrontar este panorama  indicó que era preciso abandonar la vieja división este-oeste y Hablar de hemisferio norte y sur, cuyo choque hemos presenciado estos últimos meses con las crisis energéticas y de materias primas


Crítica de la democracia liberal, nacida ya en el siglo XVIII. y que liega hasta nuestros días en las propias declaraciones de los candidatos presidenciales franceses. También analizó la crisis de las instituciones políticas democráticas. Tras ambos análisis manifestó que con defectos o no, mejor eran la democracia y las instituciones parlamentarias que su ausencia.


El análisis abarcó también a Portugal y su últimos acontecimientos, así como a los países orientales, especialmente Romanía y Polonia.


SOLUCIONES Y ESPERANZAS


Las soluciones a estas crisis las resumió en un crear instituciones democráticas, donde no existan, y de perfeccionarlas donde las haya. La no vinculación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos con los países que la aprobaron, encuentra ahora cierta esperanzadora posibilidad con la creación de un comité donde denunciar las violaciones de tales derechos, comité que lleva recibidas ya varios miles de denuncias.


El pacto europeo del 66 también presenta una esperanzadora realidad con el creciente acopio de ratificaciones que está recibiendo en los últimos años, lo que hace suponer épocas mejores para la existencia de derechos y libertades humanas.


Pero el señor Ruiz-Giménez afirmó que esto produce esperanza, pero no debe bastar. Señaló como libertades claves que justificaban la lucha por la libertad, la libertad de conciencia, la libertad de expresión, la de reunión y asociación —con nueva referencia directa—, y el derecho a la participación política.


Pero de nada valdría sostener democracias liberales —siguió diciendo— sí no se producen auténticas reformas de las estructuras socio-económicas y culturales.


En Europa —señaló— se camina hacia una, ineludible reforma estructural que conlleva a socializar determinados medios de producción, que si bien al principio deberán contar con un mínimo de coord¬nación estatal, llevará a una plena autogestión.


FINAL


Al final de la aplaudidísima intervención Ruiz-Giménez volvió a señalar la necesidad de trabajar unidos en lo convergente, caminando juntos hacia una reforma evolutiva, aunque siempre con un exquisito respeto a creencias e ideologías personales y rechazando de plano la violencia.—E.

Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 12 de mayo de 1974
Foto tomada de Internet

3 comentarios:

marti dijo...

No viene mal recordar a estas figuras que tanta importancia tuvieron en el tardofranquismo, o la transición- por cierto, ¿ a qué?-
El mitin de más nivel que se recuerda en Córdoba fue el que en un Gran Teatro repleto dieron en la campaña electoral de 1977 Aldo Moro, ¡nada menos!, Ruiz Jiménez y algún Gil-Robles. Era la coalición llamada Equipo de la Democracia Cristiana. Evidentemente no los votó nadie, ni en Córdoba ni en el resto de España. No es lo mismo que te aplaudan y reconozcan tu valía que te lleguen a votar.

Paco Muñoz dijo...

A la Democracia Cristiana después del pastiche de Italia con la Mafia, la Cia y sus jefes ideológicos, el Vaticano, si los hubieran votado hubiera sido un punto. Otra cosa es hablar de las personas, este Sr. presuntamente lo era, como lo son la inmensa mayoría de los cristianos de base.
Saludos Eladio y Marti

Eladio Osuna dijo...

Gracias Marti y Paco: me repito si v uelvo a decir que la finalidad de esta hemeroteca es simplemente ver lo que se hacía. quien venía, qué decía, quien estaba en el candelero etc. y un poco ver lo que se dice y hace ahora, y todo desde la perspectiva de unos trabajos periodísticos que no figuran en la hemerotecas oficiales. Ello creo que dará oportunidad de profundizar y de estudiar mejor nuestra historia. Si no estuviesen tan mal las cosas, casi me jugaría mi pensión en afirmar que el 95 por ciento del público actual no tiene ni pajolera idea de quien era Ruiz Jiménez. Y del resto de los personajes, igual. La historia como la madre de los pueblos que decía W. Churchill