La cuestión inmobiliaria no es sólo cosa del presente. Aquí reproduzco uno de los anuncios con los que nos machacaba Sofico en aquel año y que después resultó ser uno de los grandes ¡bluf! del tardofranquismo
Publicado, a una página completa, entre otros muchos días, y en casi todos los medios, en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 6 de diciembre de 1973
5 comentarios:
Nos machacaban con muchos anuncios, Gila era uno de los artistas que trabajaban, si no en éste en otra historia de ahorro. Cuando tenías la suerte de ir a la playa, al llegar a la costa te llamaba la atención el caballito de mar encima de los edificios de la empresa. Y luego fue una estafa, de esas también hubo en Córdoba. No era Sofico, pero cuatro torres en Carlos III, estuvieron mucho tiempo cerradas en los setenta por un problema de enredo. No hay nada nuevo, con la diferencia que en la dictadura se encargaban de tapar muchas cosas que te tenías que enterar por fuera.
As´ñi es Paco: ya sabes que el poder, el verdadero pñoder siempre ha estado en el urbanismo, en el ladrillo, en la tierra...
Lo malo de estos montajes piramidales es que te cogieran en medio.
En esas estamos ahora, pero las hemerotecas nos enseñan que no hay nada nuevo bajo el sol
Lo de Gila a que se refiere Paco Muñoz fue Fidecaya, que acabó a principios de los ochenta del siglo pasado, y era una fórmula de ahorro. El Estado, al menos, garantizó los depósitos pero no los presuntos "beneficios". Lógico. El señor de Fidecaya se marchó de rositas y los de Sofico, con el clan de El Pardo detrás, apenas si fueron rozados. Como tú dices, nada nuevo.
Gracias por la precisión. Al final se enredan los recuerdos
Es cierto lo que dice marti, era Fidecaya, por eso como no estaba seguro dije "Gila era uno de los artistas que trabajaban, si no en éste en otra historia de ahorro." Pero ahora si lo recuerdo perfectamente y lo he consultado, fue otra estafa parecida.
Fidecaya
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