jueves, 3 de marzo de 2011

Primera guerra de Irak

Mira que era difícil en aquellos tiempos lograr un scoop (exclusiva) en Córdoba. Pero cuando una se podía a tiro, no perdonábamos:

EN CÓRDOBA
Localizamos un evacuado de Irak
• Vi caer cuatro avionesen menos de un cuarto de hora»
• Mi trabajo allí es altamente secreto»

Hemos localizado en la provincia de Córdoba a un técnico de la construcción que trabajaba en Irak y que ha sido evacuado a consecuencia de la guerra. El carácter militar y secreto de las obras en las que trabajaba allí junto con una empresa española, confiere a la entrevista cierto carácter misterioso pues no podemos abordar en ella lógicamente, una serie de temas relacionado con dicho trabajo ni aún el nombre del citado técnico supuesta la prohibición que tienen de hacer declaraciones.

 
TRABAJAR EN EL DESIERTO
—Las condiciones de trabajo que hemos tenido allí han sido especiales, duras, en medio del desierto, en campamentos que están muy bien abastecidos, con todas las comodidades que pueden haber en medio de un desierto, y teniendo en cuenta además que la población más cercana estaba a 80 kilómentros.
—¿El nivel de la gente?
—En muchos aspectos casi primitivo. El personal militar con el que nos relacionábamos sí es en cambio gente con un nivel muy parecido al nuestro. Hay bastante atraso respecto a Europa.
—¿El nivel de vida?
—Para el extranjero es bastante elevado. Para que tengas una idea, una cerveza te puede costar unas 150 pesetas si la encuentras; eso y llamar por teléfono a España es casi lo único que puedes bacer en tus ratos libres.

CUATRO   AVIONES   EN   UN CUARTO DE HORA
—¿Cuándo empezaron para ti los problemas?
—Realmente para mí no empezaron porque casi no he vivido la guerra. Las noticias que oíamos por radio eran más espectaculares que lo que veíamos allí. Estando en Bagdag me llamaron de la empresa para decirme que no saliera de nuevo al desierto pues la situación se había agravado. Empezamos a agruparnos allí y nos comunicaron la declaración de guerra y que íbamos a salir del país para no correr ningún riesgo. Los últimos llegaron el 23 y empezaron entonces a prepararnos los visados.

—¿Presencié combates aéreos con disparos de la artillería contra aviones iraníes y concretamente vi caer cuatro cerca de donde estaba.

—¿Cómo reaccionabais?
—Sinceramente nuestro personal se lo tomó con mucha calma con un par de excepciones. Salíamos a la calle o subíamos a la azotea para ver mejor los acontecimientos.

—¿Temisteis en algún momento quedaros allí criando malvas?
—No, teníamos seguridad de que saldríamos de allí.

UNA   GUERRA   CON   APLAUSOS
—¿Cómo se ve una guerra con material tan moderno?
—Bueno, no parece guerra; los cuatro aviones cayeron en un cuarto de hora. Era de noche y veíamos los proyectiles rojos ir en busca de los aviones que se distinguían por la llama de fuego de la turbina; y verlos caer, o mejor dicho reventar.

—¿Y la reacción de la gente del lugar?
—Se la toman muy tranquilos y como si se tratara de un juego haciendo palmas cuando caía un avión y cosas así.

—¿Piensas volver cuando esto acabe?
—Sí; sí, por supuesto. Allí hay un campo de trabajo inmenso y las condiciones de trabajo son muy buenas.

—¿Somos bien mirados los españoles?    i
—El español es allí la persna mejor mirada, a ningún extranjero tratan mejor que a los españoles.

—¿Está valorada la técnica española?
—Nosotros estamos haciendo un trabajo muy concreto y de la máxima importancia, y es una empresa española la que lo está realizando.

—Una curiosidad, ¿cuánto vale allí un litro de gasolina?
—Unas seis pesetas al cambio.
E. OSUNA

Publicado en la edidicón cordobesa de El Correo de Andalucía el 7 de octubre de 1980
Foto tomada de internet

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