A vueltas con el cementerio atómico (2)
Desde hace unos meses se refuerza la vigilancia en prevención de acciones extremistas
Las respuestas que el señor ministro de Industria ha realizado, tras varios meses de espera, a preguntas de parlamentarios cordobeses, y publicados en el «Boletín Oficial de las Cortes», siguen manteniendo la polémica en torno al cementerio atómico de El Cabril, sito en el término municipal de Hornachuelos (Córdoba). En este segundo capítulo que ofrecemos hoy, se analizan los aspectos vigilancia, razón de este emplazamiento y futuro de las instalaciones. Como puede verse las respuestas siguen dejando mal sabor de boca y siguen sabiendo a muy poco.
VIGILANCIA
Durante años el cementerio atómico ha estado vigilado por un solo guarda, de quien dijo la prensa en su momento que en quince años sólo había pasado una revisión médica. En respuesta a esta pregunta, oportuna por la ola de atentado s extremistas que baña el país y que bien pudiera escoger como objetivo a El Cabril, el señor ministro responde: “La vigilancia del almacenamiento se ha venido efectuando desde su instalación en función de lo que se ha considerado necesario, dada su situación, características y sustancias almacenadas».
Sinceramente ese «se ha considerado» está pidiendo a gritos que el pueblo andaluz, afectado por el cementerio atómico,.participe en la «consideración» dé lo que es correcto. La respuesta reconoce que «hace unos meses se ha reforzado de manera sensible,. en medios materiales y humanos . y se está llevando a cabo actualmente la mejora de esta vigilancia, con objeto de poder hacer frente a acciones externas». Insistimos, desde hace unos meses quiere decir que el affaire apareció en cierta prensa. Juzguen el lectores medidas anteriores.
¿POR QUE EN CÓRDOBA?
¿A qué se debe este «sambenito» del siglo XX que nos han colocado? Las razones, en boca del señor ministro, son de «peso» como puede verse: «El hecho de que el almacenamiento sé encuentre en su emplazamiento actual se debe a que cuando hubo que seleccionar un lugar, se consideró el emplazamiento de El Cabril porque en él la Junta de Energía Nuclear contaba con instalaciones anteriores y había realizado trabajos mineros». Curiosa razón. Y añade:« El estudio realizado demostró la adecuación a los fines previstos, sin que esto quiera decir que no haya otros lugares en la geografía española aptos para estas instalaciones». Pero fue Córdoba, precisamente Córdoba, la elegida. Lástima que no haya sido por el mismo Ministerio para otro tipo de instalaciones industriales que tanro nos faltan.
NO AL TRASLADO, NO A COMPENSACIONES
Y finalmente, en estas selecciones de párrafos ministeriales, quedan dos «noes» frustrantes. El primero no es al traslado: «Por el momento no se ha previsto la clausura del almacenamiento de residuos de El Cabril ni realmente se ha considerado que cada región guarde los residuos atómicos que se generen en ella; lo que en definitiva llevaría a una dispersión de instalaciones que no se han considerado adecuadas». La tierra para quien la trabaja fue el grito pasado de esta tierra, los productos radioactivos para quien los produce, pudiera ser otro grito más moderno que también cuenta con la indiferencia oficial. Algún parlamentario, creo que incluso de los del partido en el poder, pedía, ya que teníamos que conformarnos con estos depósitos —no peligrosos, según el señor ministro, pero que no conviene dispersar—, pues eso, que nos compensara el Ministerio con algunas mejoras e infraestructuras que nos quitasen el enfado. La respuesta ministerial constituye el segundo no: «Ya que, en definitiva, de su existencia no se deriva para el área ningún riesgo apreciable y por lo tanto no seria adecuado que posibles mejoras en la infraestructura de la zona puedan ser tratadas como «compensación».
Finalmente, observen el juego semántico de las palabras «riesgo apreciable». Que con una chispa de humor los malos tragos pasan mejor. Aquí queda esta serie por el momento.
E.
Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 16 de julio de 1978
Fotografia de una visita actual a El Cabril
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