sábado, 26 de diciembre de 2009

Cara y cruz de IBERPLAN (2)

¿Se disolverá lo específico local y regional?
-¿COMO SE RELACIONA EL PLAN CON EL GENERAL DE ORDENACION URBANA?
-¿POR QUÉ NO SE HAN UTILIZADO LAS TECNICA DE ENCUESTAS?

Tras la presentación anterior de un resumen de la memoria de Iberplán ofrecemos hoy el resumen de un escrito presentado por un grupo de profesionales quienes, en una nota de prensa elaborada con dicho motivo, afirmaba que atendiendo a las propias sugerencias del equipo Iberplán, y frente a un clima de absoluta indiferencia cívica ante el breve ruego del doctor Tamames, en diario local de primero de marzo, sobre el envío de iniciativas para un estudio sobre «desarrollo armónico de la ciudad», un amplio sector profesional e intelectual de Córdoba ha concretado su oposición a dicho proyecto, a modo de interrogantes ciudadanas.

SER O NO SER PLAN
Estos profesionales e intelectuales señalan, en primer lugar, en su escrito, que el proyecto Iberpán «no consiste en un simple estudio tecnocrático-descriptivo, sino que supone decididamente un plan. A este respecto no podemos sino preguntarnos qué es un “plan de acción de la ciudad», figura que no es jurídica en cuanto que no encaja ningún tipo de planteamiento legalmente previsto, y los técnicos del estudioso no se han ocupado de definirla».

«En segundo lugar,-siguen afirmando- tenemos-la impresión de que el plan -en un enfoque rigurosamente tecnocrático - no trata de analizar él desarrollo socio-económico de Córdoba, sino de introducir unilateralmente en la actividad urbana los elementos de una realidad que favorezca los procesos ya- iniciados de acumulación y expansión del capital financiero. De aquí que se prescinda en el análisis de toda variable sociológica y que la sociedad cordobesa, en cuanto tal, quede reducida a pura «población», se convierta en exclusiva de explotación y especulación financiera para los planeadores del supuesto “desarrollo”.
Por otra parte, afirman que «nos alarma la posibilidad de que en el estudio de Iberplán, según su proyecto, la capitalización financiera de Córdoba se presente como puro proyecto tecnocrático y centralista que disuelva lo específico de su economía local y regional. No se trata de un estudio específico para Córdoba, sino idéntico al que se proyectaría para cualquier ciudad del mundo.


GRUPOS DE INTERESES
También afirman que «desconoce» —el plan— la existencia de grupos de intereses ligados a la especulación urbana, que presionan directa o indirectamente el planeamiento urbanístico, al igual que pretende ignorar que posibilitar el crecimiento del sector servicios es operación más interesante para los grandes grupos que beneficioso para el crecimiento local, -medianas y pequeñas empresas, a más de la adecuada industrialización». Tampoco sé analizan las causas que han creado, posibilitado y perpetuado las actuales condiciones de subdesarrollo, de marginación e incluso de dependencia económica, tanto de la zona cómo de Córdoba.
El mismo escrito sintetiza sus primeras objeciones en los siguientes puntos:
«a) Se considera la ciudad, en cuanto espacio urbano, como puro objeto de especulación financiero-inmobiliaria, prescindiendo de su conexión con la economía provincial, regional y nacional.
b) Como posible centro de acumulación financiera (capacidad de ahorro, etc.).
c) Como posible planta de explotación industrial de tipo colonial (capital financiero exterior),
d) Como posible mercado de consumo espacial—turístico— o de bienes de servicio (grandes comercios nacionales e incluso extranjeros)».

PLAN Y URBANISMO
Respecto al urbanismo se lee en el escrito: «Este proyecto atomizado e inorgánico supone un grave obstáculo para toda posible racionalidad urbanística de la ciudad, que puede afectar seriamente al patrimonio artístico de la misma. Nos preocupa la posibilidad de que Córdoba no pueda ser alguna vez propiedad colectiva de sus usuarios, por estar entonces definitivamente convertida en objeto de pura especulación”.
Igualmente formulan las siguientes preguntas. ¿Cuál es la función o papel de este proyecto respecto del Plan General de Ordenación Urbana de Córdoba, en revisión autorizada e impuesta por el Ministerio de la Vivienda desde 1968? ¿Qué se pretende al afirmar -que sus formulaciones van a servir de base a la zonificación del Plan General de Ordenación Urbana de Córdoba?

LA OPINIÓN PUBLICA
Otro punto que recoge e. crito de referencia es que «el propósito señalado en la memoria de Iberplán de que una vez realizado el inventario de problemas y soluciones, presentar los informes al pueblo de Córdoba, «a fin de implicarlo y comprometerlo en una acción colectiva que todos deben conocer y que a todos debe interesar», nos parece de tono demagógico.
Y ello, porque, una parte, la fuente principal de información y datos para la realización del Plan, procede de las instituciones oficiales, por supuesto siempre interesadas de un lado, y en cambio apenas se tgieene en cuenta la opinión pública y las verdaderas necesidades de los ciudadanos, lo que posiblemente —y sin salirnos de procedimientos científicos— podría mejor realizarse mediante la extensión de encuestas de opinión por el equipo Iberplán. Y, por otra parte, ya el intento de participación ciudadana mediante la fórmula de que pueden enviarse iniciativas que serán recogidas gustosamente por los técnicos, es manifiestamente insuficiente».
El escrito termina afirmando que «la ciencia se convierte así en pura técnica contable del capital financiero, mientras se niega toda categoría científica a la concreta realidad social, a los ciudadanos, a la propia entidad urbana, para convertirlos en exclusivos objetos, o lo que es lo mismo, en materia bruta; para la explotación».

Finalmente, el escrito recoge las firmas y la identificación de los ciudadanos que la suscriben -y que son:
Don Juan Sánchez de Miguel, abogado; don Joaquín Martínez Bjorkman, abogado; don Juan Muñoz Saro, abogado; don Filomeno Aparicio Lobo, ábogado; don Rafael Martínez Ráez, abogado; don Rafael Saraza Padilla, abogado; don Aristóteles Moreno Requena, técnico; don Manuel Rubia Molero, técnico; don Manuel Palencia Carrasco, profesor mercantil; don José Aumente Baena, médico; don Carlos Castilla del Pino, médico; don Rafael Vallejo Rodríguez, medico; don Guillermo Galeote Jiménez, médico; don Fernando López Sánchez, médico; don Francisco Escudero Bedate, médico y don Joaquín Canalejo Cantero, sacerdote.

Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía en dos capítulo los días 10 y 11 de Mayo de 1974

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