miércoles, 12 de agosto de 2009

Luis María Xirinasch


LUIS MARIA XIRINASCH, EN CÓRDOBA


La Constitución es de UCD con caramelos para la izquierda
-La autonomía catalana, con más privilegios que la andaluza
-Por vía pacífica no hay paso al so­cialismo
-No me importa teléfono que me espíen por telefono


En el patio andaluz del Círculo Cultura; Juan XXIII de Córdo­ba, el senador por Barcelona, Luís María Xirinaehs, pronunció una conferencia sobre «Pueblo y Constitución. Participación del pueblo en las responsabilida­des». Minutos antes de su inter­vención atendió a EL CORREO amablemente:

— ¿Cómo ves la Constitución desde tu especial situación?
—La veo a punto de entrar en el debate del Pleno, en el que creo que no habrá grandes variacio­nes. Hay, sí, interrogantes que nadie tiene despejadas; por ejemplo el problema de los vas­cos, el de las autonomías que se endureció un poquillo en la Co­misión, y después una serie de puntos que los senadores de de­rechas quieren introducir para hacer girar un poco toda la Cons­titución hacia la derecha. De to­das formas pienso que habrá una disciplina de voto que hará todo inmutable.

— ¿Qué no le gusta de esta Constitución a Xirinasch?
—Hombre, muchas cosas no me gustan. Es el resultado de un pacto un poco contra la natura­leza entre la herencia del franquismo y gente realmente demo­crática. Juntar dictadura con democracia es como querer jun­tar agua con aceite, por esto resulta que en esta Constitución hay conexiones, es una redacción de compromiso que difí­cilmente pienso que pueda llegar a ser operativa.

—Por ejemplo.
—Por ejemplo, una cosa que a mí no me gusta es el artículo so­bre el modelo económico, que es­tablece el modelo capitalista de empresa libre dentro de la economía de mercado y esto impide que, por ejemplo, los socialistas el día que lleguen al poder puedan gobernar con su programa. Es decir, que por la vía pacífica no hay paso al socialismo.

LA AUTONOMÍA CATALANA, PRIVILEGIADA
—Oye, desde el punto de vista de las autonomías, ¿no salís be­neficiados los catalanes y los vascos?
—Sí, estoy de acuerdo contigo y me parece muy mal. Yo he he­cho muchas enmiendas en este sentido, pero me las han tum­bado todas, y en ellas yo ponía las cosas igualadas, en plano de estricta igualdad, pero me las re­chazaron y Cataluña realmente tiene un privilegio que a la larga puede acarrear problemas: envi­dias, guerras...

— ¿Cómo veis Andalucía desde el Senado, si es que la veis?
—La representación andaluza en el Senado es nutrida y varias veces han saltado los problemas de Andalucía al Senado. Creo que Andalucía tiene un gravísimo problema de falta de inversión y por tanto de falta de trabajo, de estructuras agrarias caducadas, etc., problemas que hay que re­solver de una manera muy priori­taria y de momento, que yo sepa, no se llevan las cosas por este camino

CARAMELOS EN LA CONSTITUCIÓN

— ¿Se siente Xirinachs a gusto en el Senado?
—Te respondo con tu mismo estilo directo: no. No me encuen­tro a gusto. Fui allá porque me dijeron que fuese y por luchar. Pero allí domina la derecha para mí dominar la derecha significa no domina la democracia, sino los intereses de grupos minoritarios.

--¿Has tenido que hacer concesiones en este tiempo?
— Pues, mira, de hecho he rea­lizado pocas concesiones, pero esto me ha levado a una mi nación. El problema es que o te mantienes en tu dignidad y en tus convicciones y te quedas marginado o realizas concesiones y entras en la politica del consenso que los que ha hecho la izquierda para no quedarse marginada. Yo no sé si esto es útil, porque en definitiva hacen lo que quiere Suárez. De todas formas algo se ha conseguido aunque para mí la Constitución es la Constitución de UCD con cara­melos para la izquierda.

-¿Es duro estar solo?
—Sí, pero ¿sabes qué pasa? Que no tenemos experiencia democrática y creo que la iz­quierda debería estar como yo porque en otros países democrá­ticos así lo hace: la izquierda afirma sus posiciones clara­mente y las pierde porque es mi-noria. La única manera de que el pueblo cambie de voto en las próximas elecciones es que vea claras las posiciones.

ESCUCHAS TELEFÓNICAS Y CÁRCELES

--¿Están intervenidos los telé­fonos de Xirinasch?
—No lo sé seguro, ni me preo­cupa mucho. Puede que si, puede que no. Mira, para que entiendas mi actitud: yo antes de que mu­riera Franco ya no hacía las co­sas clandestinas, todo lo he he­cho cara al público porque ésta es una de las normas de la gente que lucha por la no violencia. Como mi lucha no es clandestina me es igual que me escuchen o no.

— ¿Ves solución al problema de las cárceles?
—Sobre este tema yo he per­dido muchos votos. Pedí el in­dulto de los presos y la gente me amenazaba en la calle. Los pro­pios partidos de la izquierda se opusieron al indulto pienso por­que era poco electoralista. No obstante, la gente no sabe que ha habido una gran oportunidad de democratizar las cárceles y esta oportunidad se ha perdido por la intransigencia de la derecha y centro y por la debilidad de la izquierda. Esa oportunidad ahora está perdida. El director general de prisiones parece una buena persona y está haciendo un intento de reforma peniten­ciaria, pero insisto en que se ha pasado la oportunidad y todo está muy difícil.

E.O.

Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía, el 27 de septiembre de 1978

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