miércoles, 23 de octubre de 2013

Una alternativa al paro de 1982

Muchas veces parece que crisis solo ha habido ésta. Será una consecuencia de los años de bonanza que hemos pasado. Pero en 1984, este reportaje mereció la atención de Diario 16. Algunos detalles sobre subvenciones, instalaciones etc. me siguen pareciendo una joya histórica de este colegio SENECA que hoy sigue funcionando

 Nueve maestras y ocho maestros cordobeses han puesto a punto, en el tiempo récord de ocho meses, un colegio para 640 alumnos y 90 millones de pesetas de inversión, para el que han tenido que vencer todo tipo de problemas burocráticos, administrativos y financieros. Se trata de la primera cooperativa de maestros que funciona en Córdoba y una tercera vía sobre la enseñanza oficial-enseñanza privada.

Córdoba, 17 maestros han formado una cooperativa que acoge 640 alumnos

“Somos una alternativa al paro”

Córdoba:
Texto: Eladio OSUNA Fotos: DE LA FUENTE

 
Cuando llegamos al centro, un grupo de madres se agolpan a la puerta pidiendo plaza para sus hijos: imposible, todas están ya cubiertas desde mayo. La barriada de Carlos III tiene una carencia elemental de puestos escolares que propicia el arranque de este colegió de EGB, Séneca, Sociedad Cooperativa, que lleva funcionando tres años en unas condiciones pésimas, con las aulas desperdigadas por diversos locales del barrio sin los servicios más elementales, pero cubriendo esta carencia junto con un colegio nacional masificado y con doble turno de mañana y tarde.


Los 17 maestros deciden acogerse a las posibilidades ofrecías por el Ministerio de Educación de ayudar a centros en malas condiciones para construcción de colegios de nueva planta, «y desde ese momento se nos acabaron sábados, domingos, vacaciones y dinero - nos dice Manuel Llamas, director-presidente -. Sólo el proyecto que nos exigía el Ministerio para iniciar el expediente costaba cerca de tres millones de pesetas. Todo el mundo nos aconsejaba que renunciásemos, que eso era una locura. Pero seguimos adelante».


Problemas


Otro serio problema fue el terreno elegido para construir, que estaba muy dividido. Sus propietarios no sabían que era zona escolar y una parte de los 9.000 metros cuadrados de que consta pertenecía a ICONA. Por tanto era un terreno incomprable y el Ministerio y demás organismos exigen escrituras antes de conceder ningún crédito. «Ahí nos volvieron a quitar las ganas y nos dijeron que todo había terminado. Pero nosotros buscamos todos los apoyos y todos los viajes a Madrid que hizo falta hasta obtener la declaración de proyecto de Interés Social Preferente», nos apunta el vicepresidente, Manolo Jiménez, mientras ayuda a las limpiadoras a desmontar ventanas para su limpieza y que todo esté listo el 20, fecha de la apertura de clases.


Mientras visitamos las instalaciones «que cuentan con las más modernas exigencias, hasta, por ejemplo, luces de emergencia, Carlos Pérez, administrador y también profesor, que ha dejado su trabajo de cinco años en una Caja de Ahorros para unirse a la empresa, nos desglosa la financiación: «Tenemos un crédito del Banco de Crédito a la Construcción de treinta y dos millones a pagar en treinta años. El Ministerio de Educación nos subvenciona diecisiete millones a fondo perdido, cuya primera mitad era al cubrir aguas y la otra mitad al terminar la obra, pero que hasta ahora no han llegado por retraso burocrático. El Gran Área de Expansión de Andalucía nos financiará el veinte por ciento del total, cuando la obra esté entregada y creados los diecinueve puestos de trabajo proyectados. El Fondo de Protección al Trabajo nos concedió ocho millones, es decir, quinientas mil por socio cooperativista. Pero, aquí quien tiene el mérito es la constructora, que nos ha comprendido desde el principio, ha confiado en nosotros y ha construido el colegio hasta su último detalle con la mayoría del dinero por llegar.»


Subvenciones

 
Cinco días de mayo fueron suficientes para que se cubrieran con creces las 640 plazas del centro, subvencionadas al ciento por ciento. Fuera quedan más de trescientas solicitudes. «Ni siquiera vamos a cobrar a los alumnos las cuatrocientas y pico que autoriza la ley.» Y, efectivamente, para un barrio de clase media baja tan deficientemente escolarizado es un sueño encontrarse con esos 2.400 metros cuadrados de construcción, modernos, bien equipados y, sobre todo, bien concebidos y mimados en sus detalles por estos maestros que" han estado los ocho meses de obra a pie de cada detalle - «incluidos domingos y festivos» - de los laboratorios, de la biblioteca, de las amplias y luminosas clases, etcétera.

«Para hacer una cooperativa así hace falta algo más que el vínculo de la sociedad. Es precisa la amistad, la compenetración, si no es imposible. Piensa que los problemas administrativos para nosotros, que no somos expertos, han sido desesperantes. Los viajes a Madrid constantes y a nuestro cargo, y todo ello sin dejar de trabajar en nuestras clases.»
«No, nosotros. somos profesionales, cada uno con nuestra ideología concreta, y estamos a caballo entre la enseñanza oficial y la privada. Nos hemos asegurado nuestro porvenir dentro de nuestra vocación y ahora veremos los resultados. Por lo pronto, todos nuestros antiguos alumnos se han venido a pesar de que esto implica tener que atravesar a diario la carretera nacional.»


El día 20 comienzan las clases y poco después será la inauguración oficial, posiblemente con bastantes autoridades que ahora sí ven claro el trabajo desarrollado. En medio quedan tres problemas acuciantes: el dinero oficial prometido que se retrasa, el pestilente y peligroso canal que roza el colegio y cuyo proyecto de cubrición lleva varios años de retraso, por cuestiones administrativas, y la expropiación de una chatarrería que coge una cuña del patio de recreo, cuyo expediente «hoy mismo, cuando acabe estas listas, empieza», nos dice el director, como si hasta ahora nada hubieran hecho.


Publicado en Diario 16, edición Andalucía el 20 de septiembre de 1982

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