domingo, 3 de junio de 2012

Mario López y "Cántico"

Faltaba en este blog Mario López. Con esta entrevista "de alcance", creo que se completa el ciclo del grupo "Cantico", que, en aquellos años, era bastante desconocido para la mayoría de la población

“Cántico” se adelantó 25 años

-EL AMBIENTE CULTURAL CORDOBÉS DEBE HUIR DEL RELUMBRÓN

-MARIO LÓPEZ PREPARA SU DISCURSO DE INGRESO EN LA REAL ACADEMIA

 
La ronda poética cordobesa, en la noche de San Juan, queda quizá para un diario, lejana en el tiempo. Pero Mario López, apresurado por su marcha, nos prometió contestaría un cuestionario. El correo, el cuidado exquisito, el responder pausado hacen que hoy domingo, lo ofrezcamos como primicia.
Mario López, que nació y vivió en Bujalance, allá por el 1 de agosto de 1912, que "participó en la fundación de «Cántico», aquella revista tan fecunda en hombres, que publica mucho en las revistas poéticas, que dio a luz los libros «Garganta y corazón del Sur» (1951), «Universo de pueblo» (1960) y «Antología poética» (1968), y que actualmente es miembro electo de la Real Academia Cordobesa.
Mario López, un poeta.


¿Qué opinión te merece la ronda poética cordobesa?
—La posible comunicación establecida entre el poeta y ese auditorio circunstancial de las «rondas poéticas» de Córdoba me parece una interesante experiencia y la mejor oportunidad de sondear el grado de interés que puede despertar la poesía de hoy en el «hombre de la calle»

— ¿Interesa la poesía al hombre actual?
—Sí, aunque sólo sea al hombre actual identificado con esa «inmensa o selecta minoría de siempre...»

— ¿Qué significado tiene la poesía hoy?
—Pese a qué algún poeta contemporáneo se permita dudar sobre la «necesidad o inutilidad de la poesía cara al año 2000» e incluso algún otro de preguntarse ¿qué puede hacer todavía el poeta en la «sociedad del desarrollo»?, estimo que la poesía, por su elevada condición de mensaje revelador del alma humana, ha de pervivir siempre. No obstante debemos considerarla actualmente al borde de un gran peligro: la de dejar de serlo para convertirse en cualquier otra cosa, por ejemplo: en vanidoso oficio, carente de interés personal.

— ¿Desde cuándo y por qué escribes poesías?
—Tal vez desde la adolescencia y a raíz de sentirme solo frente .al misterioso espectáculo de los seres y de las cosas. Escribo poesía desde entonces, con la antigua urgencia de expresar la muda voz de la tierra —de mi tierra— en relación con mi circunstancia de hombre que la habita y mi voluntad de arraigo en ella.

«CANTICO», EN EL TIEMPO

— ¿Es difícil publicar?
—La publicación de un primer libro siempre es difícil. En Córdoba más difícil aún. Con todo no creo sea obstáculo insuperable, ya que quien verdaderamente tiene que decir líricamente algo a los demás terminará diciéndolo en el tiempo, desde su auténtica vocación poética.

— ¿Qué supuso para ti «Cántico»?
—Una feliz circunstancia de encuentro con un excepcional grupo poético que hizo posible, por primera vez en Córdoba, una revista de la trascendencia y prestigio de sus antecesoras andaluzas: «Litoral», «Gallo» y «Mediodía».

— ¿Qué opinas de la reedición de «Cántico»?
—Tengo noticia de esta redición por el profesor don Juan José Moreno López, que actualmente prepara una tesis doctoral sobre la significación de «Cántico» en el panorama de la actual poesía española. Tal reedición la creo del mayor interés por constituir el rescate de un documento precioso y raro por la limitación de sus primeras ediciones.

— ¿Es Córdoba una ciudad fácil o difícil para el poeta?
—La tierra y el cielo de Córdoba son privilegiadamente fáciles para el poeta que la habita. La ciudad puede ser más o menos acogedora para él, mas ello no debe ser motivo de desaliento, sino al contrario, de estímulo para mejor desarrollar su obra. Si Córdoba es difícil, el poeta puede llegar a ser grandiosamente fácil...

— ¿Puedes definir tu quehacer poético?
—Mi «ocupación lírica» puedo considerarla dentro de aquel «ocio trágico» del que nos habla Cernuda y, por supuesto, al margen del cotidiano quehacer material.

— ¿Qué opinión te merecen los jóvenes poetas?
—Los poetas jóvenes son los inmediatos poetas consagrados del mañana. Siempre hay que prestar la máxima atención a su primer libro que, salvo rara excepción, ha de ser índice y pauta de su futura obra. De entre los actuales poetas jóvenes cordobeses merecen esta atención: Lorenzo Aguilar, Manuel de César, Carlos Rivera, Francisco Gálvez, Rafael Álvarez Merlo, José Luis Amaro...

— ¿Cuáles son los poetas de tu preferencia?
—Francis James, Pablo Neruda, Eugenio Montale, Luis Cernuda..., y entre los cordobeses, Juan Bernier y Pablo García Baena.

— ¿Qué opinas del momento actual de poesía española?
—Cada día es más patente la gran influencia de Cernuda en la actual poesía española, sobre todo en la llamada «Nueva escuela de Barcelona». Influencia que los poetas cordobeses de «Cántico» anticiparon en más de veinticinco años. Excluyendo grandes poetas andaluces que todos conocemos pienso que «des¬de Despeñaperros para arriba» existen muchos cuya obra se parece demasiado entre sí.

EN CORDOBA NO SE EDITA NADA

— ¿Y sobre el momento cultural cordobés?
—Córdoba es una ciudad con densa población universitaria que cuenta con centros e instituciones culturales del mayor prestigio y donde anualmente se vie¬nen celebrando toda clase de actos de esta índole: ciclos de conferencias, exposiciones de arte, sesiones académicas, recitales, conciertos, etc. Sin embargo, esta falsa imagen de relumbrón que puede ofrecer en principio el ambiente cultural de la ciudad ha de quedar forzosamente en menos si nos atenemos a la realidad numérica de quienes asisten a dichos actos. Por otra parte, el promedio anual de libros firmados por autores cordobeses que se editan en Córdoba o fuera de ella oscila entre uno o dos y ninguno.

—Tu trabajo actual, tus proyectos.
—Preparo actualmente mi discurso de ingreso en la Real Academia de Córdoba que versará sobre «El paisaje de Córdoba en la poesía española». Ultimo también un libro de poemas en prosa titulado «Nostalgiario de un pueblo andaluz».

—Y tu nostalgia...
—De igual forma que ahora sé pretende reeditar «Cántico» yo me atrevería a sugerir a estos mismos editores lo hicieran también con el primer y único número de su antecesora cordobesa, la revista «Ardor», aparecida en 1935.
E.

Publicado en le edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 15  de julio de 1973