sábado, 5 de octubre de 2013

Ayuntamientos que no pagan el agua

La obtención de esta noticia supondría todo un tratado sobre las fuentes periodísticas, pero lo más gratificante de ella, además de su publicación, fue el puñetazo en la mesa del redactor jefe del diario local antes sus muchachos, por el hecho de que este simple corresponsal se la había pisado. Y su lectura descubre que las tropelias municipales no son cosa de ahora: nuestros políticos lo llevan en la sangre

En la campiña cordobesa, las deudas tienen en algunos casos varios años



16 AYUNTAMIENTOS NO PAGAN EL AGUA DEL CONSORCIO


A los problemas derivados de la sequía en la campiña cordobesa se suman ahora los financieros derivados del Consorcio de Abastecimientos de Agua a los pueblos de la zona sur. Las facturas se amontonan, entre ellas la de la Compañía Sevillana y las ampliaciones y obras imprescindibles se amontonan, porque una serie de municipios -16 en total- no pagan el agua servida por el Consorcio, aunque ya se han cobrado a los vecinos. En algunos casos, las deudas municipales tienen varios años
 
Córdoba:
Texto: Eladio OSUNA Foto: DE LA FUENTE

 

«Si no pagan todos y especialmente los Ayuntamientos grandes, yo estoy dispuesto a no pagar y conmigo creo que varios alcaldes más», manifestó a Diario 16 uno de los alcaldes que pagan religiosamente las 5,70 pesetas metro cúbico que le factura el Consorcio.
Este precio se ve multiplicado y oscila entre las diez v las cuarenta pesetas metro cúbico que los Ayuntamientos de la Campiña cordobesa cobran a sus ciudadanos. Algunos alcaldes justifican estos altos márgenes «porque hay muchas fugas y mucha agua incontrolada, que llega incluso al cincuenta por ciento en determinados casos» y. también «porque es una manera de meter en cintura a los despilfarradores».


Los alcaldes que abonan sus deudas al Consorcio están dispuestos a defender la tesis de que, «si no pagan el agua, que se la corten», porque el destino de estas cantidades cobradas a los ciudadanos y no abonadas al Consorcio suele ser gastadas en «obras más vistosas, y así cualquiera es buen alcalde».
 

Las deudas

A finales de mayo, el total de deudas al Consorcio ascendía a 52 millones de pesetas, siendo las más antiguas las de Aguilar de la Frontera y Encinas Reales, que se remontan a 1979 y 1980. En 1981, las deudas mayores corresponden a Puente Genil, Montemayor, Baena y Aguilar, siendo de un total de 26 municipios que integran el Consorcio 16 los que adeudan más de treinta y dos millones de pesetas, que vienen a ser el 80 P0r 100 del presupuesto anual del organismo. En cuanto al presente año y con los meses transcurridos, la deuda supera ya los doce millones de pesetas, por lo que la situación financiera del Consorcio es crítica.


“Hay facturas aprobadas de pago, entre ellas a la Sevillana, pero no se pueden abonar por falta de fondos.» Además las últimas ampliaciones del Consorcio afectan a una serie de núcleos de población en torno a La Carlota, colonización de Carlos III, que es en estos tiempos cuando está recibiendo redención a su centenaria sed. Tan es así que el consumo ha superado con creces los doscientos litros por habitante-día, sobrepasando los ciento cincuenta y ocho litros que se consideran máximos dentro del Consorcio para atender a todos sus beneficiarios y en base al que se han previsto las instalaciones. Esta escala de cifras solo encontraría solución bien «en la adopción de medidas oportunas, o sea, control del consumo y elevación de tarifas, o bien realizando nuevas acometidas que bardarían cuando menos dos años «y que supondrían elevar las cuotas de todos los asociados al Consorcio». Pero, como diría un alcalde, «para qué subir las tarifas si las actuales no se pagan?».


Descenso


Los males del Consorcio no acaban aquí, sino que debido al enorme descenso de las aguas del pantano de Iznajar y ante la increíble ausencia de depuradora — ahora se están instalando pero no entraría en servicio hasta principios de año- el agua llega a los pueblos en muy malas condiciones, por lo que se ha recomendado a los Municipios volver transitoriamente a los antiguos pozos locales y a la autodepuración del agua que se les sirve como potable.
Los riegos, sin embargo, sí están a un ritmo cercano a lo normal para evitar «las pérdidas irreparables de las cosechas en los regadíos de la zona. Además de que Marinaleda está también entre los destinatarios del agua de Iznajar”.

Publicado en la edición de Andalucía de Diario 16 el 14 julio de 1982

lunes, 30 de septiembre de 2013

Una alternativa a las asociaciones de vecinos

 En los primeros tiempos de la democracia surgían iniciativas como ésta ¿qué habrá sido de todo aquello?


El movimiento ciudadano renace en Miralbaida, Córdoba   
"Las asociaciones de vecinos están muertas: somos la alternativa"

Algunos componentes del Grupo Cultural Miralbaida
Córdoba:

Texto: Eladio OSUNA Fotos: DE LA FUENTE

Si la barriada de Miralbaida se conmocionó cuando el pasado año un vendaval arrancó la techumbre de las recién construidas viviendas, poniendo en evidencia una serie de irregularidades en su construcción que mantuvo a la gente «unida como una piña» hasta hacerse oír por la Administración ucedista, ahora un grupo de vecinos «quiere cambiar el barrio, hacerlo distinto en cuestión cultural de otros barrios, cuyas asociaciones de vecinos están muertas al haber perdido su carácter reivindicativo».

Así lo manifestaron a Diario 16 Andalucía José Antonio García Pérez y José Camarero, dos de los promotores del grupo, que abandonaron la directiva de la asociación de vecinos «porque no nos parecía ético luchar desde dentro, porque pretendemos ser un movimiento alternativo basado en la libertad absoluta, pensamos que el hombre de barrio es libertario y no acepta ninguna organización».

Piensan que el movimiento ciudadano no ha muerto, «creemos que es errónea la identificación movimiento ciudadano y asociaciones de vecinos, porque cualquier persona o grupo que trate de luchar para que algo cambie en la sociedad está haciendo movimiento ciudadano».

Los dos componentes del grupo van más lejos al afirmar que «la izquierda al llegar al poder se ha olvidado de la gente que la apoyó y trabaja un poco de espaldas a las bases. Ahora mismo se están incubando una serie de leyes sobre participación sin haberlas consultado». Este declive de las asociaciones de vecinos se debe a la llegada de la democracia, «que permitió a los políticos que ocupaban sus puestos directivos acceder a los puestos de la Administración municipal, dejandolas vacías y sin fuerza hasta el extremo de decirse de ellas que han muerto. Ahora, tras la pérdida de poder institucional, quieren recuperarlo y en cierta forma volver a manipularlas».

«Nosotros funcionamos por colectivos que nacen espontáneamente y que después de funcionar se organizan. Tenemos los colectivos de mujeres, fotografía, poesía —que ya ha publicado tres libretos—, de cine, con la idea de hacer un cine-club para toda la zona, colectivos de mesas redondas, juvenil y ecologista. Rehuimos la organización de tipo dogmático que puede haber en las asociaciones de vecinos, por eso estamos al margen de la de nuestro barrio, aunque la apoyamos en todo lo que creemos que nos favorece, pero denunciamos toda manipulación, como la que va a haber de aquí en adelante.»
El fundamento teórico del grupo puede estar en «el Taller Andaluz de Cultura, que está trabajando muy a fondo a nivel intelectual, y nosotros somos la movida».

Publicado en la edición andaluza de Diario 16, el 6 de junio de 1983