miércoles, 4 de agosto de 2010

Tomás Alvira

Tomás Alvira y su esposa, están en proceso de beatificación. Realmente no tiene uno la oportunidad todos los días de entrevistar a un santo de la Iglesia.

EN TORNO A UN C. O. F.
LA ENSE
ÑANZA GENERAL BÁSICA ROMPE COMPARTIMENTOS ESTANCOS
LOS PADRES NO DELEGAN SU TAREA EN EL COLEGIO

ENTREVISTA CON DON TOMAS ALVIRA


La educación, desde la llegada de su Nueva Ley General, es noticia. Sin embargo, no todas las voces que se oyen obedecen a un criterio claro. Vamos a aprovechar la convocatoria de profesionales de la educación que el II Curso de Orientación Familiar del Colegio Ahlazahir ha provocado para plantear en este trabajo algunas cuestiones vitales de educación.
Don Tomás Alvira Alvira —personalidad que ha participado en la primera sesión de curso— responde a nuestras preguntas. El señor Alvira es catedrático-director del Centro Piloto del Instituto de Ciencias de la Educación en la Universidad Complutense.

—Señor Alvira, ¿podría decirnos, ya que ha participado activamente en la programación de las orientaciones para la Enseñanza General Básica, qué criterios fundamentales han seguido en su elaboración?
—En las programaciones de la Enseñanza General Básica se han tenido en cuenta estos nuevos
aspectos que la ley señala, tanto en la parte primera de la E. G. B.. como en el segundo ciclo. Es decir, que las distintas materias que se van a impartir no vengan a constituir compartimentos estancos, sino que tengan sus conexiones. Que no sean cada una de ellas un motivo para que los alumnos adquieran unos conocimientos, sino que el eje de toda la E. G. B. lo constituya el aprendizaje. Toda la Enseñanza General Básica, toda la programación, los libros que se vayan haciendo, han de tener la vista fija en el aprendizaje en ser camino, guía para que el alumno vaya aprendiendo a hacer, vaya aprendiendo a pensar. Pero no con una pauta impuesta, sino que tanto el profesor como los libros son nada más que guía para estudiar.

LAS DIFICULTADES DE LA LEY
Todo esto, en el fondo, es una revolución que exige un cambio de mentalidad en los profesores. ¿Están respondiendo a esta llamada?
—Creo que los profesores están en este momento realizando un esfuerzo que yo diría extraordinario. Y no es una apreciación subjetiva. Se podría comprobar, a través de las estadísticas de los Institutos de Ciencias de la Educación, el número de profesores que han asistido a cursillos, que han organizado estos Institutos por sí solos, o en colaboración con otras entidades. Son miles los profesores que han ido a veces con auténtico sacrificio muchos, después de las horas de trabajo en las clases. Todo esto indica que el profesorado esa deseoso de adaptarse a esta nueva manera de hacer que la ley nos ha señalado.

—¿Cuáles son, a su juicio. las principales dificultades que la ley está encontrando a la hora de implantarse?
—En mi opinión, que creo que es bastante general, es esta adaptación del profesorado. En todo lo que a docencia se refiere, lo primero, lo fundamental, es el profesorado. Se habla a veces de lo mucho que cuesta la implantación en su aspecto económico. Esto se salvará. Lo que es más difícil, sobre todo haciéndolo de prisa, es la adaptación del profesorado. Pero tal vez la adaptación de la ley va más aprisa que la adaptación del profesorado.

—Todo este complejo planteamiento de la ley, ¿no desplaza la labor de los padres?
No, al contrario. La ley señala, creo que en el artículo V, que debe haber Asociaciones de Padres, que se deben dar cursillos... Ahora bien, la cuestión es que- interpretemos bien lo que esto quiere decir, porque si los organismos dedicados a la educación creen que relaciones con padres son unas agrupaciones que se reúnen muy de tarde en tarde, y que acaso se da alguna conferencia al año. es harto poco la colaboración de los padres con el colegio. Yo creo, y lo estoy viviendo, que debe ser intensa y que puede ser eficacísima, porque, en definitiva, profesores y padres, padres y profesores, tenemos una misma tarea: la educación de los hijos. Y cuanta mayor compenetración tengamos, cuanto más nos ayudemos unos a los otros, incluso con tareas educativas en la familia y en el colegio, creo que estamos haciendo mucho en favor de los chicos españoles.

COLABORACIÓN FAMILIA-COLEGIO

—En concreto, ¿qué cauces hay de colaboración familia-colegio?
—Puede ser. naturalmente, a través de estas asociaciones de padres. Pero, repito, siempre que estas asociaciones tengan un contenido, de tal manera que se les señalen a los padres unas actividades concretas, que no serán de tipo técnico-administrativo, que corresponden al profesorado, pero si hay una serie de actividades de las que este mismo colegio podría hablar mucho, pues es precisamente su Asociación a través de la Comisión de Orientación Familiar, la que ha organizado un curso como el que empieza. He aquí una actividad posible. Hay colegios que tienen una diversidad grande de actividades, a través de sus comisiones.

—Sin embargo, usted sabe que hay colegios que por dificultades económicas o culturales no pueden organizar este tipo de actividades. ¿Qué harán entonces?
—Mire, hay colegios, en este momento, en Madrid, en suburbios, en los que la integración de los padres, siendo de familia modestísima, se ha logrado. El colegio le ha prestado una orientación familiar, para aplicarla en sus hogares. Por otra Parte, la misma profesión de padres plantea numerosas posibilidades de colaboración. Si hay un padre que entiende de jardinería, ¿por qué no puede colaborar en este sentido por el colegio? ¿Y qué me dice de esos padres, que por su especial forma de ser, tanto pueden colaborar en visitas culturales, por ejemplo? Y todo esto es una labor muy grata entre el padre y el colegio. No se trata de que el padre sustituya a nadie en el colegio, sino de un deseo de ayuda eficaz. El ideal sería que no hubiera un solo padre que no colaboras alguna actividad, por pequeña fuese.

E L NIÑO

—Por último, ¿no cree usted don Tomás, que con tanto cambio de plan, con tanta programación, tanto cursillo, con tanta técnica estamos olvidando lo que es fundamental en la educación: el niño?
—Bueno, yo diría que todas cosas o van dirigidas al servicio del niño, o hemos fracasado. La que nos debemos señalar es cuanto converja en la educación de Sobre todo, esta palabra, educación muy remarcada. Ya es hora de vayamos quitando eso de centros de enseñanza y diciendo centro de educación. Centro donde se tiende a desarrollar la personalidad del alumno lo más posible, en vez de llenarlo sólo de conocimientos.

Hasta aquí. las palabras del profesor Alvira, persona que, además gran categoría profesional, tiene larga experiencia con chicos, alcanzando con ellos ese tipo de confianza educativa que la ley ha refrendado ahora.

ELADIO OSUNA

Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 16 de marzo de 1972