jueves, 30 de diciembre de 2010

Pedro Pascual, director de Cáritas

Don Pedro Pascual me dio clase de historia en la Academia Espinar. Cuando años más tarde le hice esta entrevista, fue para mí un momento especial. Difícilmente se puede encuadrar personas así con la imagen de católicos intransigentes y prepotentes al uso.

Ante un nuevo curso
“Caritas no pretende ser una institución de limosnas organizadas, sino un centro de justicia y caridad”
EN ESTE AÑO SE PRETENDE UNA RENOVACIÓN PROFUNDA

Recientemente dábamos cuenta de una reunión del equipo directivo de Cáritas Diocesana. A pesar de los más de seis millones de pesetas que Cáritas Diocesana repartió el pasado año entre personas necesitadas que acudieron a ella en demanda de ayuda, Cáritas no está satisfecha. Va a intentar una profunda renovación. En estos días se están plasmando planes y proyectos concretos las conclusiones de aquella reunión.

—Don Pedro Pascual, director de Cáritas,  ¿por   qué  esta  reunión?
—Desde hace dos años, Caritas Española está prestando digamos una ayuda técnica a Cáritas Diocesana de Córdoba. Con tal motivo se desplazan dos chicos jóvenes y expertos en estos temas —Antonio Luján y Ángel Criado—, que orientan sobre todo nuestra proyección exterior.

—¿Realizaciones de estas reuniones anteriores?
—Fruto de ellas ha sido la creación de un centro piloto en La Rambla, de estudio comunitario entre varias parroquias, de las necesidades de la zona, y que ha sido todo un éxito.

—¿Y fruto de la última reunión?
—Fundamentalmente, una profunda renovación de la imagen y las realizaciones de Cáritas. Cáritas no pretende ser una institución de limosnas organizadas, sino un centro de justicia y caridad. El mismo lema de este año: "El que ama, trabaja por la justicia", apunta en este sentido.

PROGRAMAS CON  AMBICIÓN

—¿Y en cuanto a programas concretos ?
—Bien. Los programas concretos están realizándose en estos días. Nos ha cogido usted en plena actividad de concretar en planes los acuerdos tomados en aquella reunión. Como le he dicho, se trata de renovar profundamente Cáritas Diocesana. Sin embargo, quizá prestemos más atención a los transeúntes.

—¿Qué es esto?
—Son esos cientos de personas que se ven obligadas a viajar en busca de trabajo, o por otras causas, y no tienen medios para hacerlo. Acuden a nosotros a que les prestemos asistencia. En esta línea renovadora de Cáritas queremos que la prestación no quede sólo en una fría limosna, como hasta ahora. Estamos estudiando la instalación de unos centros para acogerlos, donde, además de la prestación física, se les puede ayudar a través de un psicológico u orientador que les da un consejo eficaz para su vida.

—¿Más proyectos?
—Otros proyectos también en estudio son la extensión de aquel centro piloto de la Rambla a Villanueva de Córdoba y Montoro, y poco a poco a las demás zonas, incluso de la capital. La idea de Cáritas es concienciar a la gente de que debe conocer sus propias necesidades y saber sacar los medios necesarios para resolverlas. Es decir crearles una conciencia de que si se mueven pueden resolver sus problemas.

—¿Y  respecto  a  la  juventud?
—Respecto a la juventud hemos decidido hacer una campaña por clubs y movimientos juveniles de nuestra ciudad, no con afán de inmiscuirnos en ellos, sino con el fin de que se enteren de nuestra labor y de las necesidades de la zona y se responsabilicen   un   tanto   de   ellas.

LA RESPUESTA DE  LOS   CRISTIANOS

—Hablemos ahora de los famosos   casos.
—Los servicios asistenciales reciben los casos a través de la parroquia en donde se producen. Piense que nosotros publicamos seis o siete en la prensa de los 60 ó 70 que  tenemos en  cartera.

—¿Respuesta del público?
—Muy buena. Por regla general se resuelven los que se comunican. Esto supone, en pesetas, más de un millón  al año.

—¿Los socios de Cáritas?
—En Córdoba, capital, contamos con 1.300 socios, que aportan un fondo interparroquial, también en revisión. Cinco parroquias crearon un baremo de ayuda a las demás, digamos que por méritos de necesidades. Y así, las parroquias más necesitadas van sacando de ese fondo   las   cantidades   que   necesitan.

—¿Son suficientes los socios que hay?
—Indudablemente que no. Yo siempre he dicho que, por lo menos, debería haber en una ciudad como Córdoba diez mil socios. Pienso que con 200.000 pesetas mensuales resolveríamos todos los problemas de urgencia que Córdoba tiene y que con esa cantidad de socios aún  nos sobraría para resolver otros problemas   asistenciales.

—¿Proyectos en este sentido?
—Queremos utilizar más aún los medios de comunicación en el doble sentido de crear conciencia de las necesidades de Córdoba y en la captación de nuevos socios y personas dispuestas a colaborar con Cáritas.

—¿Cómo se gobierna Cáritas?
—Existe un director de Cáritas  Diocesana, nombrado por el obispo  y que es un seglar. Por otra parte, hay   un   sacerdote   como   delegado episcopal. Ahora se ha creado también el cargo de secretario general. Estas tres personas forman un Consejo de dirección. Por otra parte, el equipo  de  programa  y  acción  formado por diez seglares se encarga y  responsabiliza   de   toda  la   labor de   Cáritas.

—¿Algo más. señor Pascual?
—Sólo llamar la atención sobre esta renovación profunda que pretende Cáritas, y pedir la ayuda de quien quiera prestar su colaboración, bien a través de los socios, bien a través de su tiempo y dedicación a todo este trabajo de justicia social y  caridad.

Eladio OSUNA

Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 29 de septiembre de 1972
Foto tomada de la WEB del Ateneo de Córdoba