miércoles, 20 de agosto de 2014

Real Academia de Córdoba: de oca en oca

Cuando el actual edificio de la Real Academia de Córdoba necesita de un buen repaso, conviene ahora traer esta crónica de la inauguración de su sede. Recuerdo haber asistido anteriormente a alguna sesión en un cuartucho del antiguo ayuntamiento, en Capitulares, por lo que no es de extrañar que esta mudanza se recibiera con tanta algazara

 Noche de gala en la Real Academia

A los 166 años de la fundación de la Real Academia de Córdoba, de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, un bello edificio de noble factura va a acoger a los nobles académicos, sus honorables investigaciones y sus periódicas sesiones.
El edificio que fuera en tiempo Casa Consistorial, posteriormente café Suizo y últimamente oficina del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, ha pasado tras las reformas oportunas, y por decisión de esta última entidad, a acoger a los señores académicos en sustitución del deplorable cobijo municipal que hasta ahora han tenido.


«INCREIBLES» INSTALACIONES


El nuevo edificio fue ampliamente visitado por los asistentes al acto de entrega e inauguración, quienes quedaron gratamente sorprendidos por las instalaciones que se ofrecían: Un sobrio salón de actos encuadrado en el bello patio del edificio, despacho de presidente y secretaria, un confortable salón de reuniones ordinarias, y unas amplias y modernas instalaciones para archivo y biblioteca que acogerán desahogadamente esos 30.000 volúmenes de los que andaban por ahí en plan desahucio. Todo ello complementado con las normales instalaciones de servicios, mobiliario, etc.


EL ACTO


El acto inaugural congregó a académicos, intelectuales, artistas y público que llenaba el nuevo salón. Entre estos asistentes de¬tacaba don Antonio Cruz Conde por cierto académico honorario desde 1955. La presidencia estaba ocupada por los señores Padilla, García Molano, Medina Blanco, teniente coronel Fernández, Hermoso Poves, Salcedo Hierro y el presidente de la Academia, señor Castejón y Martínez Arizala.


Abrió la sesión el señor presidente quien, en el tono ilustrado y jocoso que le caracteriza agradeció al Monte de Piedad la cesión de tan bello edificio, cesión que consideraba propia de los cuentos de «Las  mil y una noches, dado la situación en la que los últimos años se ha encontrado la Real Academia.


Contestó a estas palabras el señor don José María Padilla, presidente de la Junta de Patronos del Monte de Piedad, quien hizo ofrecimiento del edificio dé una manera oficial, afirmando que tal sesión había que encuadrarla dentro de las actividades culturales que continuamente desarrolla la entidad.


LA MEMORIA


Acto seguido, el secretario, don Juan Gómez Crespo, dio lectura a la memoria del curso 1974-75, por cierto impresa, junto con la de los cinco cursos precedentes, en la que hay que destacar los siguientes trabajos y comunicaciones: «Chafar el esclavo», de Juan Ocaña; «Formas del sentimiento religioso en Córdoba a finales de la Edad Media», de Nieto Cumplido; «Itinerario avílense y reliquias del Maestro en Montilla», de Agustín Cuello; «Centenarios cordobeses en 1974», de José Valverde; «Nuevas fuentes procesales del obispado de Córdoba», de Nieto Cumplido; «El padre Po- veda y otros educadores de su tiempo», de Gómez Crespo; «Ensayo de retablistas cordobeses del siglo XVIII», de José Valverde; «Los punzones del platero cordobés Damián de Castro», de Ortiz Juárez; «Un año de historia y arqueología», de Pablo Moyano; «El castillo de Madroñiz», de don Rafael Castejón, junto a «Excavaciones en Medina Azahara 1970-73», y otra serie de actividades y comunicaciones, cuya lista sería demasiado larga. También dio cuenta de otras extraordinarias llevadas a cabo durante el curso que finalizó.


LA CONFERENCIA DE BERNIER


El académico don Juan Bernier Luque pasó a continuación a pronunciar la conferencia que versaba sobre el «Catálogo arqueológico provincial». El señor Bernier comenzó indicando la idoneidad metodológica que tiene el ámbito provincial para un estudio arqueológico serio y científico. Superando anteriores trabajos monográficos de indudable interés pero poco rigor, el actual equipo que durante años trabaja sobre este catálogo arqueológico provincial se basa en el análisis minucioso y científico para este magno trabajo, que realizado en un plano de escala 1/50.000, refleja en 44 hojas —cerca de 10 metros cuadrados de plano— toda la riqueza arqueológica de Córdoba.


Pero este trabajo de plasmación se ha visto completado y en riquecido por la investigación directa, sobre el terreno, realizada durante estos años, en los que se han visitado cientos de cuevas con resultados positivos.


Así se ha podido demostrar la existencia de vida humana en suelo cordobés desde hace más de 350.000 años. El señor Bernier hizo una reseña completa y anecdótica de todos los restos encontrados y sus connotaciones históricas. Al final de su disertación, que supuso un duro esfuerzo para este académico, fue muy felicitado.


EL PREMIO

Finalmente fue entregado el Premio Antonio Marín al catedrático del Conservatorio de Sevilla don Mariano Pérez Gutiérrez, obtenido por su trabajo «Escuela musical cordobesa y su irradiación en Europa». Tras la entrega del premio por parte del señor presidente, el señor Pérez Gutiérrez explicó en breves palabras el alcance y significado de su investigación. Sobre todo indicó el camino que quedaba por recorrer en este nuevo tema de la apasionante historia cordobesa, dado que su trabajo se había centrado sobre influencias instrumentales, y quedaba por investigar toda la nómina de autores, corrientes y métodos, cuyo camino quedaba abierto a futuros investigadores.


EL EPILOGO


Como colegiales con zapatos nuevos se encontraban, los señores académicos enseñando el edificio a los asistentes. Ahora se abre un nuevo capítulo de la Real Academia, cuyos frutos lograrán quizá entroncar de una vez con el pueblo y la Universidad de Córdoba.


 Publicado en la edición cordobesa de El Correo de Andalucía el 10 de enero de 1976

Foto tomada de la WEB "Paseos por Córdoba",   del malogrado Alberto Almansa